Rocío Carrasco estaría pasando un momento muy complicado por culpa de su marido, Fidel Albiac. Según la revista Lecturas, la colaboradora de televisión estaría a punto de perder su casa por culpa de una deuda de Fidel con la Agencia Tributaria, una más en su expediente. Esto provoca que su gran patrimonio, heredado tras el fallecimiento de Rocío Jurado, esté realmente en peligro, incluido el chalet en el que vive la pareja.
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Según la revista, Fidel Albiac y Rocío Carrasco están viviendo su peor momento a nivel económico. Además, a lo largo de estos meses han ido contrayendo nuevas deudas por lo que su situación es bastante complicada. Y este es otro varapalo a su bolsillo que pone en peligro su patrimonio. Por esto se sospecha que Rocío Carrasco ha decidido recrudecer su guerra judicial con su ex-marido, Antonio David Flores, y hace unas semanas le volvió a solicitar el pago de 80 euros con amenaza de posible embargo de su nómina si no lo hacía en un período de cinco días. El colaborador de “Sálvame” no ha pagado y ayer mismo explicaba que su ex-mujer le debe, a él, una gran cantidad de dinero por todos los juicios que ha perdido a lo largo de estos años.
En esta ocasión, Fidel Albiac tiene problemas con la Agencia Tributaria, por lo que las consecuencias de sus deudas podrían afectar a los bienes patrimoniales del matrimonio que, en sí, están ya bastante “desvastados” por varios fracasos empresariales.
Hacienda reclama al marido de Rocío Carrasco una cantidad cercana a los 150 euros por el impago del IRPF en el ejercicio del año 2015. Si no pagara esta cantidad de dinero, el matrimonio (que contrajo matrimonio en el año 2016), podría perder parte de su patrimonio, donde destaca la vivienda donde vive la pareja.
Justo ahora se ha confirmado que Rocío Carrasco se ha quedado sin trabajo en televisión tras finalizar la temporada de “Lazos de sangre”, mientras Antonio David Flores se ha convertido en un colaborador fijo en “Sálvame”. Por eso, algunas fuentes aseguran que Rocío quiere pagar sus numerosas deudas gracias a las distintas demandas interpuestas contra su ex-. Por ejemplo, la de impago de la pensión alimenticia se eleva a la cantidad de 80 euros.
Rocío Carrasco tiene sus propias deudas: todavía no ha pagado el impuesto de sucesiones de la herencia de su madre (del año 2007), además de tener que hace frente a un impago a la Agencia Tributaria que le embargó unos bienes y terrenos en Chipiona. Por otro lado, el proyecto teatral y musical, “Qué no daría yo por ser… Rocío Jurado”, ha sufrido un importante parón por culpa de la pandemia del coronavirus, lo que ha provocado un importante agujero en el bolsillo del matrimonio.