Amador fue el anfitrión de la última cena de “Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition” y habló de muchas cosas. Por ejemplo, el hermano de Rocío Jurado reconoció que pensó en quitarse la vida tras la separación con la madre de sus hijos, Rosa Benito. Una ruptura muy mediática y que tuvo tras la victoria de Rosa en “Supervivientes”: “Le di un año imposible”. Alrededor de la mesa, acompañado de sus compañeros, Amador habló sobre su divorcio y cómo llegó a tocar fondo. Una época de su vida muy dura y de la que prefiere aprender.
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El hermano de la gran Rocío Jurado no dudó en abrirse ante sus compañeros de edición: Fani Carbajo, Miguel Frigenti e Irene Rosales. No solo habló de sus diferencias con su sobrina, Rocío Carrasco, también se explayó sobre el conflicto familiar que están viviendo desde hace años. Y, sorprendentemente, Amador hizo una serie de revelaciones sobre su separación con Rosa Benito que dejaron a sus compañeros de piedra.
Sobre la ruptura de su matrimonio con Rosa Benito, Amador lo tiene claro: “Yo soy muy culpable, me pasé de celos. Por todo lo de la isla, le hice un año imposible, porque no lo podía aguantar”. Pero, el ex-representante aún tuvo unas palabras más duras sobre sí.
Amador Mohedano se hizo conocido por ser el hermano de la gran Rocío Jurado (y su representante). Su matrimonio con Rosa Benito duró un total de 35 años y tuvieron cuatro hijos, pero todo cambió hace siete años. Miguel Frigenti, en su papel de colaborador de “Sálvame”, no dudó en preguntarle sobre los malos momentos que tuvo que vivir y que le llevaron a tocar fondo: “Vivía en un ático y he llegado a pensar en tirarme”, aseguró el propio Amador. Tras todo lo vivido tuvo que recurrir a ayuda psicológica al llorar todas las noches como si fuera un niño pequeño.
Con el paso del tiempo, el ex marido de Rosa Benito confiesa que se arrepiente de muchas cosas que hizo y que todavía está intentando solucionar aunque es consciente del daño que ha hecho. “Me “reconcome”. Yo creo que me ha perdonado, peor cuando estamos juntos, en un momento determinado, siempre salimos “tarifando”.
Amador (a diferencia de Rosa Benito) sigue llevando su anillo de casado: “Llevo mis alianzas porque forman parte de mi vida, y el día que yo falte se vienen conmigo a la tumba. Hasta la muerte. Nuestra historia fue muy bonita, fui un hombre feliz con Rosa. Se ha ido al traste pero sigo enamorado de Rosa hasta las trancas”.