Marta López Álamo, la joven novia del colaborador de Telecinco, Kiko Matamoros, ha concedido su primera entrevista y el primer titular es que Ana, la hija pequeña de Kiko con la que comparte profesión y rango de edad, tiene una guerra contra ella. La modelo ha querido responder a todas las polémicas en las que se ha visto envuelta con el ojito derecho de Kiko, Anita, la única hija que tiene en común con Makoke. Según la modelo, es una guerra en una única dirección.
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La pareja se ha dejado fotografiar desde México, donde están pasando unos días de vacaciones y donde el colaborador de “Sálvame” está recuperándose de una grave infección que le llevó a estar más de quince días en un hospital. Marta no tiene ningún problema en dar la cara en la dura guerra que está viviendo con la hija de su pareja, Anita, que acabado siendo pública. Hay que recordar que en varios programas de Telecinco se mostraron pruebas del supuesto veto por parte de Anita en algunos establecimientos para evitar coincidir con la propia Marta.
Tras el gran susto que ha vivido la pareja, Marta ha querido dar la cara y hablar. La joven influencer está muy cansada de la gran cantidad de críticas que recibe en su día a día y que la gente siga cuestionando su relación tras año y medio junto a Kiko. Marta está cansada de que la llamen egoísta por el mero hecho de permitir a Kiko irse de vacaciones, cuando él ya es mayor para tomar sus propias decisiones. Desde el que está siendo su refugio en México, ambos se muestran muy unidos y su relación está más fuerte que nunca.
En un primer momento viajaron a Tulum y, ahora, están en Holbox, en México. Kiko recibió el alta un sábado y el domingo por la noche ya estaban cogiendo el avión. El vuelo fue bastante duro. Kiko estaba muy débil y no podía estar de pie mucho tiempo, además está tomando unos antibióticos muy fuertes y había permanecido 20 días tumbado en la cama de un hospital. En todo momento, Marta ha estado a su lado. La joven ha estado muy inquieta y preocupada por todas las complicaciones que ha sufrido Kiko por su operación, además de convertirse en la persona encargada de dar información a los compañeros de los medios de comunicación sobre la evolución de Matamoros.
Para Marta, Kiko es una persona admirable. Los médicos “fliparon” con el colaborador, al tener un alto nivel de proteínas y la masa muscular de una persona de unos 40 años. Y esa fortaleza para hacer frente a las complicaciones de su extirpación de vesícula no solo ha sorprendido al equipo médico, también a su novia. Durante le vuelo, Kiko tuvo que llevar la bolsa de drenaje colgada en el avión y era ella la encargada de limpiarle el catéter. En todo momento estuvieron en contacto con el equipo médico.
Pero si algo ha logrado Marta es callar bocas. La joven no se ha separado de su novio ni u solo momento y se ha convertido en su enfermera. Marta confirma que es ella quién le hace las curas en México. Por ejemplo, el catéter se le salió un poco de la herida y fue ella la que tuvo que colocárselo en su sitio. Para Marta todo esto son complicaciones de poca importancia. Y recuerda el susto que vivieron la noche antes de coger el avión: pensaban que el catéter no estaba drenando bien, cuando en realidad la infección estaba remitiendo.
Sobre sus diferencias con Anita, Marta tiene claro que es Ana quién tiene una guerra con ella, no es un problema mutuo. En un primer momento no existían pero todo acabó torciéndose. Kiko en ningún momento ha arremetido en contra de su hija, solamente la ha defendido, quiere educar bien a Ana y no va a consentir ciertas actitudes irrespetuosas por su parte. Marta tiene muy claro que no ha hecho absolutamente nada que pueda molestar a la joven. Todo lo contrario, en todo momento ha tenido una actitud muy respetuosa con los hijos de su novio.
Y sobre una posible boda, Marta ha sorprendido asegurando que si le apetece casarse. Pero es una mujer muy clásica, que iría vestida de blanco y que debe ser el hombre quién se lo pida a ella. Por tanto la pregunta es, ¿habrá boda dentro de poco?