Kiko Matamoros siempre ha tenido sus más y sus menos con sus hijos mayores, nacidos durante su primer matrimonio. Pero, ahora, cuando vive una etapa de su vida muy estable, los problemas son con su hija pequeña, Anita, su ojito derecho. Pero, esto viene de lejos y parece que no hay manera de remontar la relación y llegar a un entendimiento.
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En estos momentos, Kiko disfruta de unos días de relax en el Caribe mexicano junto a su jovencísima novia. Parece que Marta López Álamo, a pesar de los cuarenta años de diferencia de edad, le ha dado el equilibrio vital y sentimental que necesitaba el colaborador de “Sálvame”. Además, la modelo no se ha separado de su lado en algunos de los momentos más difíciles de su vida por los problemas de salud que lleva arrastrando durante los últimos años.
Por ejemplo, durante su operación de vejiga y las complicaciones posteriores, Marta se convirtió en su mayor apoyo y no se ha separado de su lado. Parece que Kiko ha logrado, por fin, la estabilidad emocional y ha hecho las paces con sus hijos mayores. Pero, parece que con Anita las cosas no van bien.
Los últimos problemas de salud de Kiko han demostrado que la relación del colaborador con sus hijos mayores, Laura y Diego, además de las menos mediáticas, Irene y Lucía, fruto de su primer matrimonio con Marian Flores, ha mejorado mucho. Pero, su relación con la pequeña del clan, Anita Matamoros, la única hija en común con Makoke, está cada vez peor.
Hace dos años, Makoke y Kiko tomaban la decisión de separarse. En un primer momento, parecía que la pareja se separaba de “mutuo acuerdo” y se caracterizaban por seguir un “juego limpio” en los platós de televisión. Pero después se declararon la guerra y todos los comentarios acabaron afectando a la relación entre Anita y su padre.
Así, Kiko dejó de visitar a su hija en Milán, ciudad donde la joven estudia “Diseño de Moda” en el prestigioso Instituto Marangoni. Incluso, ambos se hacían fotografías que compartían en Instagram mostrando una gran complicidad padre- hija. En el mes de octubre del año 2019, Kiko señalaba a Makoke como la responsable del enfriamiento de su relación con Anita, después de que Kiko decidiera posicionarse en el conflicto entre Arancha de Benito (amiga íntima de Makoke) y Guti por sus hijos.
Desde que el colaborador aseguró en un plató que Arancha era mala persona, Makoke le tenía bloqueado. Y esto había provocado un deterioro en la relación con su hija, y todo eso no lo iba a perdonar jamás. En aquel momento, Anita decidía ponerse a favor de su madre. Pero, la relación de su padre con Marta López Álamo ya fue el fin. El colaborador aseguraba no entender el cambio de actitud de su hija. Según Kiko, había intereses más allá del simple “rencor”.
Kiko aseguraba al comienzo de su relación Marta que la situación era muy injusta, desde su punto de vista. Él no había hecho nada para merecer ese trato, no había matado a nadie. Y durante su última estancia en el hospital, la mala relación entre ambos ha quedado más que en evidencia. Aunque hay que recordar que Anita también tuvo que pasar por quirófano por una complicación en su última operación de pecho que obligó a que sus implantes fueran retirados.
Ninguno de los dos se preocupó por el otro, Kiko salió en la portada de una revista posicionándose claramente a favor de su novia Marta y mandó un mensaje muy claro a su hija Anita: ella no era nadie para vetar a su novia. Y lo único que él ha intentado hacer ver a su hija es que está equivocada y que no le va a consentir este tipo de “gilipolleces”. Se negaba a criar tiranos. No tenía que pedir perdón a nadie, y mucho menos la persona que es su pareja.