Batman, la serie de 1966, representa un punto álgido de discusión entre los fanáticos del Caballero Oscuro. Protagonizada por Adam West y Burt Ward desde 1966 hasta 1968, la han considerado un muy mal chiste, un momento en el cual el personaje casi fue “destruido”. El consenso general es que, si el escritor Denny O’Neal no lo hubiera regresado a sus raíces, la de un vigilante urbano, la creación de Bob Kane y Bill Finger, no existiría el día de hoy.
Pero la situación no es tan simple como parece. Es cierto que O’Neil regresó a Batman a sus orígenes y lo consolidó como un superhéroe popular luego de finalizado el programa pero, la verdad sea dicha, fue la serie televisiva la que no solo salvó al héroe encapotado de perderse en la oscuridad, sino que también fue la responsable de convertirlo en un icono mundial.
Batman, de Ciudad Gótica para el mundo
Quizás pueda parecer increíble para el fanático de hoy pero, Superman, era quien capitalizaba el gusto de la gente durante las primeras tres décadas de la publicación de los cómics. El Hombre de Acero era el más popular. Para la década de los 60 en los Estados Unidos, Superman tenía un programa de radio a nivel nacional, una tira cómica en los periódicos, películas serializadas y una exitosa serie de TV, que fue emitida en la década de los 50.
Batman era el segundo más popular, sin duda… pero solo para quienes leían los tebeos. Gracias a esa serie de TV fue que todo cambió para siempre. Batman se convirtió en un gigante éxito masivo, aunque la aproximación del show era muy diferente a la de Superman, que si era para un público más serio y adulto.
Tras cámara de la serie
A principio de los años 60, Ed Graham Productions compra los derechos de Batman con la intención de sacar adelante una serie de aventuras juvenil. Aventures of Superman o El Llanero Solitario eran los modelos a seguir. La idea sería transmitirla los sábados en la mañana, que era el horario especial para este tipo de producciones en los EEUU.
Mike Henry, un jugador de fútbol Americano, sería el encargado de interpretar al Caballero Oscuro, con la intención de hacer algo un poco más dramático. Al mismo tiempo, el Playboy Club de Chicago (club perteneciente a la cadena de empresas Playboy), presentaba los sábados por la noche, y con rotundo éxito, la serie Batman de 1942 y Batman y Robin de 1949.
Yale Udoff, un ejecutivo de la costa este de la cadena ABC, contactó con los ejecutivos, Harvey Bennet y Edgar J. Sherick, con quienes acordó desarrollar la serie pero, en vez de planificarla para los sábados en la mañana, decidieron arriesgarse a transmitirla en Prime Time, pero de una manera “divertida y entretenida”.
Cuando las negociaciones entre la CBS y Graham no prosperaron, DC Comics aprovechó para recuperar los derechos, logrando firmar un nuevo acuerdo con ABC quienes se los cedieron a 20th Century Fox para producir la serie.
La 20th Century Fox, contrató a William Dozier y su Greenway Production para darle luz verde al proyecto. ABC y Fox esperaban que la serie fuera divertida pero que mantuviera un tono serio.
Dozier, sin embargo, nunca había leído un tomo de Batman. Cuando hizo su investigación, sólo logró conseguir historias del dúo dinámico bastante flojas y dirigidas al público infantil. Es fácil creer que Dozier no haya leído las historias desde, digamos, 1939 o de los inicio de la década de los 40, por eso el tono POP ART CAMP.
Para la elección de los actores, se hicieron dos “pruebas de pantalla”: probar cuales parejas de protagonistas de veían mejor: una con Adam West y Burt Ward y, la otra, con Lyle Wagooner y Peter Deyell, como Batman y Robin. Para los ejecutivos, West y Ward resultaron con la mejor química.
Éxito rotundo y rescate de la galería de villanos
Desde su primer episodio, transmitido el 12 de enero de 1966, la serie fue de un éxito rotundo. Durante esa época, los Estados Unidos vivían tiempos de convulsión social y estaba en pleno apogeo la guerra de Vietnam. Quizás fue por la sencillez del programa, donde el bien y el mal estaban perfectamente identificados.
Una de las cosas que se tiene que agradecer de la serie, fue que trajo de vuelta a la galería de villanos. Muchos desconocen que, desde la década de los 50 hasta la emisión del show, los eternos enemigos de Batman habían sido borrados de las viñetas. Y eso se debió a la publicación de un libro: La Seducción del Inocente, escrito por el popularísimo psiquiatra, Frederic Wertham.
En el libro se acusaba a los tebeos de “corromper las mentes de los niños y jóvenes”. Y sí, Batman y Robin fueron sus blancos favoritos. Fueron acusados de tener una relación homosexual. El libro fue un éxito, lo que hizo mermar las ventas de la industria del cómic.
¿Qué hicieron los editores? Crear el Comics Code Authority, unas reglas autoimpuestas que se aseguraban de cumplir todo lo “moral” y los “socialmente aceptado”. Eso convirtió a Batman en una serie boba y orientada hacia la ciencia ficción, reemplazando a todos los villanos extraños de Gótica por extraterrestres y científicos locos. Solo el Joker siguió en el ruedo. Hay que reconocer que era más fácil transformar al Príncipe Payaso del Crimen, de un homicida a un bromista.
Para la serie, los productores rescataron a los villanos. Pingüino, Gatúbela, Acertijo y el Joker, acompañaron a los protagonistas para la primera temporada. Solo Dos Caras estuvo ausente. Fue considerado muy oscuro. Gracias a la serie, los villanos regresaron en todo su esplendor a los tebeos y, nunca más, fueron apartados de allí. Algunos cambios que se les hicieron a los personajes fueron felizmente adaptados a las viñetas.
Gatúbela había estado ausente durante doce años (desde 1954). Según el código, los personajes femeninos solo deberían interpretar a “la dama en apuros” y ser madres o amas de casa. Julie Newman (y luego Lee Meriwether y Eartha Kitt) interpretaron a una femme fatale felina y, en vez de un vestido con capa, como fue dibujada hasta 1954, la actriz usó un catsuit ajustado al cuerpo que, con el éxito de la serie, no pudo ser ignorado en los tebeos. A pesar de las diferentes variaciones del traje de la Srta. Kyle, no se puede negar la influencia que tuvo de la serie.
Igualmente pasó con Acertijo. Antes de la serie, solo había tenido dos apariciones. Había estado ausente por 16 años. La imagen del Acertijo en Batman #171 fue la elegida para ser representada en la serie. Sin embargo, aunque el actor Frank Gorshin usó una muy bien adaptada malla como traje, este lo odió. Por eso solicitó un traje con corbata verde, sombrero y bastón que se convirtió en el estándar de hoy.
Mr. Freeze había tenido solo una aparición antes de la serie, en 1959. Esa vez tenía otro nombre: Mr. Zero. Fue tras convertirse en un personaje de la serie que ganó popularidad, y fue presentado con un nuevo y mejor nombre: Mr. Freeze. Fue en Batman: la Serie Animada, que Mr. Freeze ganó muchísima profundidad y carácter.
Batichica inicia
Pero ningún personaje creado para la serie de TV tuvo tan gran impacto como Batichica, Bárbara Gordon. Técnicamente. Batichica debutó en los tebeos, inicialmente, pero los editores de DC sabían que los productores querían presentar un personaje femenino, así que crearon a Bárbara Gordon, una joven bibliotecaria e hija del comisionado Gordon.
Batichica hizo su debut en la TV a los pocos años pero, definitivamente, fue creada para ser presentada como personaje de la serie. Julius Schwartrz, editor de Batman, afirmó en una entrevista que, su plan, era que Batichica estuviera presente como apoyo al dúo dinámico en la serie. Dozier vio los bocetos del personaje durante una visita a las oficinas de DC, y apostó todo por ella para la tercera temporada de la serie. De hecho, Batichica fue el eje central de esa temporada. Fue interpretada por Yvonne Craig y se convirtió en uno de los principales personajes del DCU.
Adam West dijo que él interpretó fue a un Caballero de Luz
Sin duda, cuando DC permitió que Batman se convirtiera en una sombra de lo que era, lo que estaba buscando era la manera de promoverlo a gran escala. El Batman del 66 fue capaz de burlarse del personaje porque, durante ese tiempo, sus cómics eran… cómicos. Estar resentidos con la propuesta de la serie es un total absurdo. Es una muy buena parodia que no arruina al original.
En honor a la verdad, las cosas se dieron para Batman como se debieron haber dado. Una cosa no pudo pasar sin la otra. Batman se convirtió en el monstruo cultural que es hoy gracias a la serie de TV. Gracias a que la Batmanía fue harto inflamable y se fue consumiendo bastante rápido, DC tomó la decisión de ir en otra dirección como reacción al fenómeno. Incluso, si a la mayoría de los fanáticos les gusta la versión más oscura y siniestra del personaje, tienen que dar gracias a la adorable y ligera versión de Adam West y el fenómeno que creó.
Para finalizar, Adam West dijo una vez que el nunca interpretó al Caballero Oscuro. Su Batman fue un Batman bonachón y alegre, un Caballero de Luz.
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