Los banqueros arrojaron a las familias de sus casas, vía desahucio, y les endosaron la deuda que tenían pendiente de la hipoteca contratada para su compra; luego, se han desentendido, todos estos años, de miles de inmuebles que han quedado a ‘su suerte’, ante la imposibilidad de venderlos, incluso por cuatro chavos, y de los que no pagan ni los gastos de comunidad. Tamaña barbaridad, de la que no consta que Fiscalía haya abierto causa de oficio, ha dado en la okupación, por parte de bandas que se han hecho con las viviendas, para alquiler, venta y narcotráfico. En una de ellas, situada en un bloque okupado de Anchuelo (Madrid), fue asesinado Iván T. S., El Extremeño, 29 años y natural de Cáceres, que había llegado y okupado un piso, semanas antes. Lo cuenta Aitor Santos Moya, en la información publicada días después.
Rastro y huellas
Parece que la banda mafiosa apropiada de estos inmuebles le reclamaban el pago de unos 1.500 euros al finado, por cederse el uso del piso; a lo que se supone que se negó y desoyó las amenazas de otros tipos que le superaban en antecedentes penales. La tarde del 16 de febrero, una vecina alertó a Guardia Civil de un posible homicidio. Desplazados al lugar, los agentes hallaron el cadáver del muchacho, sobre un gran charco de sangre, con signos evidentes de golpes y puñaladas en su cuerpo. A partir de ese momento, miembros del Grupo de Homicidios de la Comandancia de Madrid, se hicieron cargo de la investigación que acaba de concluir, y en la que han tenido participación de máxima importancia los expertos del Laboratorio de Criminalística, que identificaron a los posibles autores del crimen, por las pruebas recogidas en el lugar de autos. El rastreo de los sospechosos identificados, ha llevado a los guardias civiles, en la noche del 25 (marzo) a dos domicilios; uno, en Azuqueca de Henares (Guadalajara), y otro, en Blanes (Gerona), donde han apresado a un hombre y una mujer, en calidad de presuntos autores de la muerte de Iván T. S.; y han engrilletado a otros 3, acusados de encubrir y esconder a los detenidos, que ya están en prisión provisional, por orden del magistrado, del Juzgado de Instrucción nº 1, de Alcalá de Henares.