Miguel Ricart fue el único condenado por el asesinato de Miriam, Toñi y Desireé, las niñas de Alcasser. Él, junto con Antonio Anglés, fueron acusados por la justicia como los asesinos que mataron a las adolescentes allá por finales de 1992.
Con el documental de Netflix caliente, una nueva pista podría dar con el paradero de Ricart, quien desde que salio de la cárcel en 2013, se le perdió la pista.
Pena máxima derogada
El 5 de septiembre de 1997, Miguel Ricart fue juzgado por diez delitos: asesinato como cooperador necesario, rapto con agravante de ensañamiento, y violación como cooperador necesario.
Ricart fue condenado a treinta años de prisión por cada delito de asesinato y a otros veinte años por cada delito de violación resultando en una pena de 170 años. Además, el estado se tuvo que hacer cargo de indemnizar a las familias con unos 50 millones de pesetas por cabeza.
Ricart debería haber cumplido condena hasta 2023, sin embargo la derogación de la Doctrina Parot en 2013 lo dejó en libertad antes de tiempo ante un importante revuelo mediático.
Una salida de prisión polémica
En noviembre de 2013, Miguel Ricart salía de la cárcel de Herrera de la Mancha perseguido sin descanso por la prensa. Una serie de viajes terminarían con él en Madrid donde concedió una serie de entrevistas a El programa de AR y Espejo Público, a día de hoy no emitidas.
Tres años antes, en 2010, se inició una campaña por redes sociales para que no se entrevistaran a determinadas personas en televisión tras una participación de la madre de "El cuco", implicado en el caso Marta del Castillo. El resultado acabó con el descabezamiento de varios programas por retirada de anunciantes. La excusa que se dio para no emitir el diálogo con Ricart sería esto.
Volviendo a 2013, se sabe que el último destino de Miguel Ricart sería Francia, aunque se especula con que pasó por la Comunidad Valenciana antes de desaparecer. En 2019, una nueva pista le situaría en la geografía española tras años de especulaciones, donde se llegó hasta a decir que permaneció en un convento de frailes.
¿Dónde está Miguel Ricart?
En 2019, un documental de Netflix sobre Alcasser trae a la palestra a las personas que formaron parte del caso (familiares y periodistas principalmente). Una de ellas fue Rosa Ricart, hija del condenado, quien confesaría que nunca habría visto en persona a su padre.
Las teorias de la conspiración situan mayoritariamente (aunque es un puzzle muy complejo) a Ricart como victima colateral del caso Alcasser, exculpándolo del grueso del crimen. Su pasado como niño maltratado pero inteligente en su infancia y su posterior caida a los infiernos al mundo de la delincuencia situan su biografia como una víctima de las circunstancias, aunque según la versión oficial y la justicia, no deja de ser un monstruo y el principal asesino, junto a Anglés, del crimen.
Juan Luis Galiacho, director de Elcierredigital y periodista de investigación, publica el posible paradero de Ricart en España. Dice que las únicas personas cercanas que le quedan que le podrían prestar ayuda serían su hija y su hermana así como sus sobrinos. Por lo tanto, Ricart no estaría en Francia sino en Benetússer (una teoría que también ha sido sustentada por diferentes foros de Internet), sin embargo, también hay que comentar que su hija Rosa Ricart, en el documental de Netflix, afirmaba que jamás había visto a su padre. Esta localidad se encuentra cerca de Picassent y Alcasser, los sitios de la Huerta Sur donde se desarrollaría el crimen.
Sea como fuere, todo lo que rodea al caso Alcasser sigue lleno de misterios y es una telaraña demasiado enrevesada que 27 años después sigue dando de que hablar. Lo próximo, una película que se encuentra en proceso de producción (aunque muchos dicen que parada) sobre Alcasser mostrando una version no oficial e incomoda para el poder: 75 días, de Marc Romero.