La Dirección General de Tráfico (DGT) estrenará en el dispositivo de Tráfico de esta Semana Santa 60 nuevos radares móviles más pequeños y más difíciles de ser descubiertos por los conductores. El objetivo de este tipo de radares es incrementar las medidas relacionadas con la vigilancia, la regulación y el control del tráfico, sumándose a las 1.861 motocicletas ya existentes. Además, pondrán en marcha 1 etilómetros, con los que se podrán hacer pruebas completas de alcohol, y 694 lectores de droga portátiles.
Este nuevo controlador de velocidad en entornos urbanos e interurbanos podrá estar situado en trípodes, vehículos (incluyendo motocicletas), guardarraíles, pórticos o cabinas laterales, y la inversión que ha realizado la DGT para poder incluir estos nuevos aparatos ha sido de 13,7 millones de euros. La principal ubicación de estos dispositivos serán las carreteras convencionales; donde se producen un mayor número de infracciones y 8 de cada 10 accidentes.
Con esta inversión se pretenderá reducir el número de accidentes de tráfico, y con ello, las víctimas que estos provocan. Solamente en 2017 se produjeron 1.067 accidentes mortales en vías interurbanas, dejando 1.200 personas fallecidas y 4.837 heridos hospitalizados.
“No existe en ningún país del entorno de la Unión Europea, hemos sido los primeros y como tantas cosas empezarán a llamar de uno u otro país para ver cómo lo hemos hecho”, afirmó el ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido.