El exlíder de ANC y candidato a la presidencia de la Generalitat, Jordi Sánchez, ha decidido recurrir ante el Tribunal Supremo la decisión del juez de no dejarle salir en libertad para acudir a la sesión de investidura en el Parlamento catalán.
En un principio, la defensa de Sánchez tenía previsto llevar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, al considerar que se estaba dando un trato injusto y discriminatorio al número dos de Juntos por Cataluña. Sin embargo, finalmente han decidido que sea el Tribunal Supremo quien lleve este caso, al menos de momento.
Hace una semana, Jordi Sánchez presentó una petición ante el juez Pablo Llarena, en la que solicitaba salir de prisión para poder asistir al pleno de investidura. El magistrado decidió desestimar esta petición al considerar que existía riesgo real de reiteración delictiva si Sánchez salía de prisión.
Esta decisión ha provocado que la defensa de Sánchez presente un recurso ante el Supremo, solicitando de nuevo la puesta en libertad. En ese recurso se pide, además, que haya rapidez en el proceso, dada “la suma excepcionalidad de los intereses en juego”.
La decisión del juez Llarena obligó a Roger Torrent a posponer, de nuevo, el pleno de inverstidura (ya se pospuso cuando Puigdemont era el candidato). El presidente del Parlamento catalán no ha puesto nueva fecha para el pleno, aunque sí ha matizado que no podrán esperar indefinidamente a Jordi Sánchez.