La movilización de la huelga feminista del 8 de marzo tiene entre sus principales objetivos visibilizar una realidad que acompaña a las mujeres, a lo largo de toda su vida laboral: la brecha salarial. La diferencia entre lo que gana un hombre y una mujer, es una realidad que acompaña a las mujeres a lo largo de toda su vida laboral, desde que se integran en el mercado de trabajo hasta que se jubilan.
Concretamente, el salario medio de las mujeres es 5.941 euros inferior al salario medio de los hombres, según la última Encuesta anual de estructura salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE), correspondiente al año 2015, que sitúa el salario medio de los hombres en 25.992,76 euros y el de las mujeres en 20.051,58 euros.
LA DESIGUALDAD, NO SOLO ES EL SALARIO MEDIO
Pero no se trata sólo del salario medio. La desigualdad entre sexos es apreciable a lo largo de toda la distribución salarial. Así, en el año 2015, el 18,2% de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), 648,60 euros, mientras que la proporción de hombres con ese salario fue del 7,4%.
Si se tienen en cuenta los salarios más elevados, el 9,8% de los hombres presentó unos salarios cinco veces o más superiores al SMI, frente al 5% de las mujeres.
Esta diferencia en lo que cobran hombres y mujeres se aprecia a lo largo de toda la vida laboral, desde las trabajadoras más jóvenes a las de más edad, incrementándose la diferencia de salarios a medida que los trabajadores van cumpliendo años.