La cúpula de los Mossos d’Esquadra, bajo la dirección de Josep Lluis Trapero, ordenó la corrección de 11 actas referentes a la actuación del Cuerpo durante el 1 de Octubre. El objetivo de esa corrección fue evitar una posible acusación por sedición.
Así lo ha deducido la Guardia Civil, después de analizar meticulosamente la cuenta oficial de correo electrónico de Trapero. Ese análisis desvela que, el 13 de octubre, se levantó un acta sobre una reunión en la que la cúpula de los Mossos reconocía que los informes en torno al 1-O eran, en su mayoría, “poco profesionales, carentes de información” y tenían que ser supervisados.
Tras esta investigación, la Guardia Civil ha elaborado un informe, que ha sido remitido a la Audiencia Nacional. En él, revela que los Mossos eran conscientes de que su actuación durante el referendum iba a ser minuciosamente escrutada por la Justicia.
Ese escrutinio fue, para la benemérita, lo que llevó a Trapero a ordenar la corrección de los informes, para que no se pudiese acusar a los Mossos de haber actuado de forma poco profesional, incurriendo en un delito de sedición.
La Guardia Civil apunta, además, a que los organizadores del referendum nunca vieron en los Mossos una amenaza para la celebración de la consulta. El informe asegura, también, que los mandos de la policía autonómica catalana pidieron a sus agentes que “dejaran solos” a policías y guardias civiles el 1 de Octubre.