La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ha tomado hoy declaración al exjefe de los Mossos, Josep Lluis Trapero, a quien ha dejado en libertad sin fianza, aunque manteniendo las medidas cautelares que ya le fueron impuestas.
Trapero deberá personarse en un juzgado cada quince días. Además, tiene retirado el pasaporte, no puede salir de España y debe estar localizable en todo momento a través del teléfono.
La decisión de la magistrada rechaza, así, la petición de la Fiscalía, que solicitaba que Trapero quedase en libertad, pero bajo una fianza de 50 euros.
Trapero está acusado de dos delitos de sedición. Uno se habría llevado a cabo por la inactividad de los Mossos para evitar el referendum del 1 de Octubre. El otro delito se refiere a la actuación que se llevó a cabo en septiembre, durante los registros realizados a las sedes de la Generalitat.
La juez Lamela ha llamado a declara a Trapero tras el testimonio del coronel de la Guardia Civil encargado del 1-O. Ese testimonio apunta a que hubo un plan premeditado para obstaculizar el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y que ese plan fue orquestado por la cúpula de los Mossos, de la que Trapero formaba parte.