A las reiteradas quejas y demandas de asistencia psicológica para los guardias civiles, que hacen desde sus sindicatos, se suman la reivindicación del Sindicato Unificado de Policía (SUP), tras la muerte, en Sevilla, de un compañero.
El sindicato denuncia que, “en los últimos cinco años, 42 miembros de la Policía Nacional se han quitado la vida, con una tendencia al alza, que sitúa este fenómeno como la principal causa de muerte entre sus miembros”.
Alarma
Señalan que “resultan alarmantes estas cifras en comparación con la media en otras profesiones. Estos hechos, tan trágicos como evitables, se subordinan desde la Dirección General de Policía (DGP) a problemas emocionales, unidos al fácil acceso a un arma de fuego que tienen los policías, razonamiento que choca con la baja tasa de suicidios que tienen otros cuerpos policiales autonómicos”.
Procedimiento obsoleto
Sin contar con Unidades Básicas Sanitarias ni recursos psicológicos con formación específica, “las únicas evaluaciones que se realizan en las plantillas, son las que solicita el afectado, cuando se activa el protocolo de acoso laboral, un procedimiento obsoleto en el que la Administración mediante criterios subjetivos sin cualificar (no hay psicólogos) y archiva la mayor parte de denuncias”.
El no a los sindicatos
En la nota, el SUP dice que estas solicitudes “se deniegan cuando son solicitadas por las organizaciones sindicales, sin otra razón que ignorar el contexto de ansiedad y estrés que se vive en la profesión, a lo que se une la falta de transparencia a la hora de facilitar información del total de fallecimientos por suicidio o el de tentativas que se producen”.
Medios
Y si bien, añade el SUP, “desde el seno de la Comisión de Seguridad Laboral Policial, órgano que vela por el cumplimiento de prevención de riesgos laborales, se trabaja en un “Protocolo de Prevención del Suicidio”, una vez sea aprobado, de no invertirse los recursos necesarios, será un malogrado recurso más”.
Desidia
El SUP, denuncia una vez más, la desidia de la Administración que no fija entre sus prioridades, la prevención en materia de salud mental de los policías, espacio ocupado a día de hoy, por iniciativas como “Vive CNP” o “Ángeles de Azul y Verde”, plataformas que ofrecen recursos psicológicos de forma altruista a quienes lo requieren”.