La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat ha subrayado la importancia de velar por la calidad, la cohesión y la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), sobre todo ante el reto que supone el cambio demográfico que se está dando en España. “La mayor longevidad de los españoles es un logro del SNS y de toda la sociedad. Supone también nuevos retos a los que dar respuesta”, ha recordado la ministra.
Lo ha hecho en una sesión extraordinaria de la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado sobre “pago de medicamentos”, en la que ha insistido en que “no está en la agenda del Gobierno modificar el pago de los medicamentos”.
Durante su intervención, la ministra ha hecho un repaso de los proyectos legislativos desarrollados en España para garantizar el derecho a la protección de la salud y que han supuesto un modelo “que muchos países toman como referente para progresar”, en materia sanitaria.
La ministra ha recordado que el Real Decreto-ley 16/2012 se redactó para preservar y mantener la calidad del Sistema Nacional de Salud y que las reformas permitieron mejorar la eficiencia, ganar en cohesión territorial, introducir nuevas herramientas, promover el ahorro y coordinar servicios sanitarios y sociales.
Un ahorro de 6.621,87 millones de euros en farmacia
En materia de prestación farmacéutica, las medidas tomadas en esta reforma han generado un ahorro por valor de 6.621,87 millones de euros entre julio de 2012 y diciembre de 2016 que revierte directamente en el Sistema Nacional de Salud.
En relación al sistema de aportación del usuario, el llamado copago farmacéutico, la ministra ha recordado que se aplica en nuestro país desde 1967 y que ha sido reformado posteriormente por distintos Gobiernos. Cuando se reformó, en 2012, el sistema había permanecido inalterado durante 32 años, por lo que se reemplazó por un sistema “más justo y equitativo que mejoró el criterio para establecer las aportaciones del usuario”.
Asimismo, la ministra ha recordado que 1.560 personas y sus beneficiarios se han visto beneficiadas por las exenciones del nuevo sistema, como las personas sin trabajo que han agotado la prestación o las personas preceptoras de pensiones no contributivas.