La Coordinadora Unitaria de Bomberos Profesionales (CUBP), ha elaborado un informe sobre los datos de pobreza energética en España de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), que ofrece alternativas profesionales y sociales a una lacra que alcanza a millones de personas.
El informe ‘Pobreza, vulnerabilidad y desigualdad energética’, de la ACA, pone de manifiesto que 5,1 millones de personas pasan frío en invierno, 3,2 millones de personas retrasan el pago de sus facturas energéticas y 1,2 millones dedican el 20% de sus ingresos a dichos pagos.
Más víctimas
La CUBP ahonda en esta situación y destaca que, “a día de hoy, de cada 8 víctimas en incendios, 6 pueden atribuirse a causas relacionadas con la pobreza energética; confirmamos la tendencia al alza en víctimas y número de incendios de vivienda, en un porcentaje elevado relacionados con el uso de elementos alternativos para calentarse o cocinar, sobre todo de la utilización de braseros”.
Sin herramientas
Los profesionales informan de que, “aunque los servicios de bomberos han detectado un aumento considerable de estas víctimas, no contamos con las herramientas para que podamos identificarlas y relacionarlas en nuestros informes, lo que hace imposible una valoración oficial de estos datos, que darían unas estadísticas muy valiosas para identificar y cuantificar el problema de la pobreza energética, y plantear soluciones”.
Pobres que mueren, por no morir de frío
La nota técnica de la CUBP expone que, “una consecuencia que puede afectar a las personas en situación de pobreza energética, es el riesgo de incendios causados por el uso de sistemas alternativos de cocina (hornillos, etc.), instalaciones eléctricas en mal estado, la manipulación de instalaciones de gas y de electricidad, la quema de objetos para calentarse o el uso de velas, para iluminarse por falta de suministro eléctrico”.
Escuchar a los bomberos
Y todo ello da en que en 2017, los bomberos del Parque de Torrevieja, “cuando acudieron a un incendio de vivienda con 2 fallecidos en su interior, comprobando que las causas estaban asociadas a la pobreza energética.
Los casos son múltiples en todos los territorios, y a día de hoy es un hecho reconocido por las autoridades que incluso ha llevado a legislar en esta materia.
Riesgos
Además de los riesgos directos para la salud de las personas implicadas en este tipo de viviendas, el hecho de utilizar sistemas alternativos de calefacción y cocina ha supuesto un aumento en la quema de biomasa y que en diversas ciudades ya ha sido detectado en términos de la calidad del aire.
“Está claro que los bomberos tenemos algo que decir en todo esto”.