Los pasajeros del avión que cubría la ruta Sevilla- Ámsterdam, y que debía haber salido ayer por la noche, han vivido momentos de auténtica angustia. El avión se quedó en tierra debido a una alarma terrorista. Sin embargo, todo ha quedado en un susto. Y es que la alarma era falsa y tenía su origen en un malentendido.
Al parecer, a bordo del avión viajaba un pasajero musulmán que, poco antes del despegue hablaba con su padre por teléfono. Otro viajero escuchó la despedida de la conversación y la confundió con la consigna “Alá es grande”, utilizada por terroristas yihadistas.
El confuso pasajero alertó inmediatamente a la tripulación, que avisó a las autoridades. La Guardia Civil se personó en el avión y comprobó que no había nada extraño, ni entre el equipaje, ni entre los pasajeros. De hecho, los agentes comprobaron hasta dos veces que el pasajero musulmán no portaba nada sospechoso, y alabaron el talante con el que afrontó toda la situación.
Pese a que todo ha quedado en una falsa alarma, el comandante de la aeronave decidió no despegar del aeropuerto de Sevilla, por lo que el vuelo quedó finalmente suspendido.