El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se reunieron durante una hora y media en la mañana del 28 de diciembre, en el Palacio de la Moncloa. Uno de los temas a tratar era la situación política catalana tras el 21-D.
Los dirigentes han coincidido en la idea de que el Govern que se constituya en el Parlament tendrá que respetar la Constitución y las leyes democráticas para recuperar la convivencia y la concordia en Cataluña. Si el nuevo ejecutivo catalán la vulnerara, cabe la posibilidad de volver a aplicar el artículo 155.
“Rajoy no ha trasladado en ningún momento la ocurrencia de que Arrimadas se presente a la investidura”, decía el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas. “Vamos a postular un presidente para la mesa ante el temor de que los independentistas presenten a una persona que ha secuestrado los órganos durante la anterior legislatura”, expresaba el político, ante la posibilidad de que Forcadell volviese a ser la Presidenta del hemiciclo catalán.
Dejando de lado el desafío independentista, se puso sobre la mesa la necesidad de buscar un nuevo método de financiación autonómica para solucionar problemas pasados en el nuevo año que está a punto de comenzar. Con esto, se mantendrían los servicios públicos, accesibles a todo ciudadano.
Esta reunión se celebraba después de los comicios catalanes del 21-D, ganados por Inés Arrimadas, en los que el PP obtuvo solamente cuatro escaños. “El PP no se ha tomado muy bien este resultado, y nos mira demasiado, también a nivel nacional”, expresaba el portavoz de Ciudadanos en el Parlament, Carlos Carrizosa.
Según fuentes cercanas al partido naranja, era una reunión ordinaria que el Presidente y el dirigente de Ciudadanos venían manteniendo en los últimos meses.