A lo largo de las fechas navideñas, son muchos los momentos en los que la familia se reúne para celebrar diversas celebraciones. Gente que no vemos desde hace tiempo, gente que vemos más a menudo… Sin embargo, congregarse todo la familia puede ser una auténtica bomba que, al mínimo toque, puede estallar por cualquier lado.
A continuación, os damos algunos consejos para intentar sobrellevar mejor las horas que dure esa comida o cena a la que tienes muy pocas ganas de acudir:
1.- Conciénciate. Sé consciente de que vas a tener que aguantar situaciones o personas que no sueles soportar. Es Navidad… ¡Respira hondo y cuenta hasta 10!
2.- Deja los problemas a un lado. Toda tensión o desencuentro con algún miembro de la familia tienen que quedarse en el felpudo de la casa donde se celebre la reunión. Es un momento para no discutir, para disfrutar de la compañía y para rememorar viejos tiempos. Por eso, no saques desavenencias pasadas y, si se ponen encima del mantel, intenta evitarlos.
3.- Piensa en tu acompañante. Si acudes a una casa de tu familia política, piensa que es la familia de tu pareja y, en caso de que hubiese una discusión, estaría entre la espada y la pared. ¡Ahórrale ese mal trago!
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4.- Evita las polémicas. A lo mejor no ha habido ningún problema importante en la familia. Sin embargo, te molesta cómo tu cuñado, tu suegra… Hablan de política, de fútbol… Por ello, es importante ser hábiles y evitar el tema. Puedes hablar de algo que lleves ya pensado, de alguna buena noticia, de algo llamativo de los últimos tiempos… Todos temas banales, que no conlleven polémica. Si piensas que no vas a poder aguantar sin saltar ante algún tema, lo mejor es que no vayas; si solamente hay ligeras tensiones entre algún comensal, lo mejor es que tengas paciencia y respires el aire fresco de diciembre cuando salgas de la celebración.
5.- No elevar la voz ni gritar. Si, al final de todo, se ha tensado el ambiente con ese tema que te crispa, es importante que mantengas la calma y que no pierdas los papeles. Si te tiran una indirecta, un ataque para hacerte saltar, contesta firmemente, dando tu opinión, sin mostrar que estás enfadado/a. El resto de los comensales te agradecerán, en su interior, que la mesa no se convierta en un ring de boxeo.
6.- Sé amable y agradecido/a. A la persona encargada de la comida o cena siempre le gustará que se le reconozca su trabajo. Por lo tanto, al final de la cena da las gracias por la mesa, y mantente en todo momento cordial y animado.
7.- Controla lo que bebas. Una buena comilona siempre va acompañada de una buena bebida. Sin emabrgo, debemos ser precavidos e inteligentes. Hay que evitar que el alcohol se haga dueño de nosotros mismos y montar el típico “numerito” de Navidad. Además, en esos momentos suelen salir problemas pasados y palabras malsonantes que solo van a empeorar, aún más, la situación.
8.- Apoyo mutuo. Si las situaciones de esta índole te irritan y te enervan, apóyate en tu pareja. Con un beso, un guiño… La reunión se hará más amena, más corta…
Intentemos, como en el siguiente spot, pasar un buen rato en familia.
¡FELIZ NAVIDAD!