Ésta es la carta que Eva Febrero, viuda de José Luis Iranzo, escribe a través de su Facebook al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. José Luis fue hallado muerto en su casa de Andorra (Teruel) y su asesinato se atribuye a Norbert FEHER, conocido como Igor el Ruso, acusado de dar muerte a dos guardias civiles, la misma tarde del 14 de diciembre. El individuo fue detenido el día 15 y está en prisión.
Eva Febrero: “Madre mía… No he podido ni leer el artículo. Sólo con el titular he tenido bastante. Como se nota que los asesinados no son su familia. Una respuesta inmediata no es lo que se hizo. La guardia civil local sin medios sí respondió. La gente de nuestros pequeños y abandonados pueblos si respondieron. José Luis estuvo no sé cuantas veces con la guardia civil. La última vez que lo vi… Iba al cuartel… Les ayudó todo lo que pudo. Buscaban todos a un asesino y se podía saber… Las pruebas de albalate eran contundentes… y, sin embargo, todos iban a pecho descubierto.
José Luis no sabía a qué se enfrentaba. Fue José Luis, mi cielo, mi todo, pero podría haber sido cualquiera de esta zona.. Cualquier vecino.. Nuestros amigos agricultores.. Cualquier niño que acompañase a su padre a ver las ovejas.. Cualquiera.. Si la gente de este pueblo, por lo menos, hubiéramos sabido que eran tan peligroso seguro que ninguna esposa o madre les hubiéramos dejado ir al monte hasta que lo capturasen.. Pero es que ni eso nos dieron.. Ya no digo medios…ya no digo dispositivos policiales..
Lo peor para mí fue que ni información clara con una gente honrada que, por lo menos, hubiera podido tener lógica y no ir al monte a trabajar hasta que capturasen al que se sabía era peligroso. Porque desde lo ocurrido en albalate lo sabían.. Tengo rota la vida y tengo roto el corazón y Aitor ha perdido a su guía.. Eso no lo cambiará nadie.. Y no hablo desde el odio ni el rencor.. No voy a dejar que salga. Hablo desde el sentir que se engañó a muchas personas.. Hay que decir a la gente la verdad siempre.. Aitor debe crecer con la verdad. Porque la gente buena, como mínimo, merecemos verdades”.