La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ha avisado a España de la situación a la que se enfrentará en el futuro, para la sostenibilidad del sistema público de pensiones, debido al envejecimiento de la población, ya que apunta a que el país tendrá en 2050 la segunda mayor tasa de dependencia del mundo, solo superada por Japón.
Así se desprende del último informe sobre el sistema de pensiones publicado por el organismo internacional, en donde señala que en los próximos 32 años, cuando la generación nacida en la década de los noventa esté próxima a la jubilación, observará cómo 77,5 de cada 100 habitantes serán pensionistas, frente al 30,6% de 2015 o el 19% de hace 40 años. Esta ratio solo será superada “ligeramente” por Japón, que en 2050 contará con 77,8 personas mayores de 65 años por cada 100 habitantes.
POR ENCIMA DE LA MEDIA DE LA OCDE
En ambos casos, se situarán muy por encima de la media de la OCDE, donde el 53,2% de la población tendrá más de 65 años en 2050, o del conjunto de la Unión Europea que, según cálculos del organismo, se situará en el 56%, en detrimento del 44% restante que tendrá entre 20 y 64 años.
EL PARO ACTUAL, DESAFÍO PARA LAS PENSIONES FUTURAS
“La evolución actual del mercado de trabajo puede desafiar la adecuación de los ingresos futuros para los jubilados”, incide el documento. Según apunta, el alto desempleo persistente debilita la acumulación del derecho a las pensiones a muchas personas que se encuentran en edad de trabajar.
Al mismo tiempo, existe una parte de la población que, aunque trabaja, lo hace con contratos temporales, en 2016 el 26% del total de los contratos eran temporales, el doble de la media de la OCDE, lo que aumenta el riesgo de interrupciones en la trayectoria profesional y, por ende, en las cotizaciones. En España se requiere que se haya trabajado al menos durante 15 años para poder beneficiarse de una pensión regular.