El número de donaciones altruistas de sangre ha descendido progresivamente durante los últimos diez años, hasta situarse a casi cuatro puntos del objetivo de las 40 donaciones anuales por cada mil habitantes, según informó ayer en Valladolid el presidente de la Fundación Nacional para el Fomento de la Donación Altruista en España, Fundaspe, Martín Manceñido, que presentó junto al alcalde de la capital, Óscar Puente, la XXII Campaña Nacional de Pre-Navidad de Donación de Sangre.
El objetivo de esta campaña es el fomento de las donaciones de sangre durante los días previos a las fiestas de Navidad, con el fin de compensar la habitual reducción que se registra en estas fechas, que se estima en un 30%.
Tanto la Fundación Nacional Fundaspe como la Federación Española de Hermandades de Donantes de Sangre confían en alcanzar a medio plazo una media de donaciones altruistas de sangre próxima a las 40 anuales por cada mil habitantes e invertir así la tendencia de los últimos diez años, en los que se ha reducido dos puntos.
Por comunidades autónomas, Extremadura se sitúa a la cabeza en cuanto a donaciones, con 43,2 por cada mil habitantes, pero solamente superan las 40 cinco regiones. Además de Extremadura, Castilla y León (42,9), el Principado de Asturias (41,6), Navarra (40,1) y Galicia (40,9).
Por el contrario, a la cola de este ranking se sitúan La Rioja (31,7), Canarias (31,2) y Aragón (32,6). Tampoco alcanzan las 40 donaciones por mil habitantes las comunidades con mayor población, como Andalucía (33,7), Cataluña (33,6), Madrid (39,3) y Valencia (35,6).
1,7 millones de donaciones anuales
El número de donaciones altruistas de sangre se ha estabilizado en España durante los últimos cinco años en torno a 1,7 millones anuales, cien mil menos que en 2010.
Martín Manceñido ha asegurado que en España “se atienden con normalidad la demanda de sangre”, aunque reconoce que en los últimos años se ha estabilizado el número de donaciones “en torno a las 1,7 millones anuales, más de cien mil donaciones por debajo de las registradas en 2010”.
Esta caída, “que, insisto, satisface perfectamente las necesidades de sangre del Sistema Nacional de Salud, se explica en función de la propia evolución demográfica de España y, por otro lado, por una ligera menor afluencia de los jóvenes”.
De un total de 1,9 millones de donantes regulares, el grupo de entre 18 a 30 años representa un 30%, cinco puntos por debajo de registro de 2010, año en el que el número total de donantes se aproximaba a los 2,2 millones en total.
Por el contrario, en los últimos años ha aumentado seis puntos porcentuales el número de donantes regulares del grupo de edades entre 46 y 65 años (30%), que en 2010 representaba el 24% del total.