El desfile de la Fiesta Nacional ha recuperado este 2022 la espectacularidad a la que tenía acostumbrada a la ciudadanía antes de la pandemia. La ausencia de representación del Poder Judicial en el desfile -por la dimisión de Carlos Lesmes como presidente del Tribunal Supremo-, los ya típicos abucheos al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y la vuelta a la normalidad también en la parada militar que discurre por el centro de Madrid con motivo del 12 de octubre han marcado un desfile militar con el que España se vistió, al menos por unas horas, de gala.
El tiempo respetó el día -no siempre es así- y el sol brilló para que los más de 4 militares que participaron en el acto pudieran disfilar sin grandes dificultades. No obstante, hubo un primer tropiezo en el protocolo del acto: Sánchez hizo esperar un minuto a los Reyes de España. El líder del Ejecutivo no cumplió con el protocolo y, en vez de esperar junto a la comitiva que recibiría a los monarcas en la Plaza de Lima, formada por la ministra de Defensa, Margarita Robles; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; o el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, esperó en el coche que le llevó al acto hasta que llegaran los monarcas. Algunos lo han interpretado como una forma por parte de La Moncloa de evitar que Sánchez estuviera expuesto a un abucheo constante en el Paseo de la Castellana.
En una conversación informal con periodistas que mantuvo en el Palacio Real en la recepción que ofrecieron los Reyes con motivo del 12 de octubre, el presidente aseguró: "Yo he salido -de La Moncloa- cuando me han dicho". El líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, restó importancia a la tardanza y la tachó de "involuntaria"; mientras que el presidente de Vox, Santiago Abascal, tachó de "inaceptable" la espera que tuvieron que vivir los monarcas.
En el desfile participaron 4 militares, 97 vehículos, 37 motocicletas, 26 helicópteros y 58 aviones (incluidos los siete de los acróbatas militares de la Patrulla Águila) de los tres Ejércitos. No solo han desfilado los miembros de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, sino también efectivos de otros organismos implicados en garantizar la seguridad de los ciudadanos (Protección Civil, Salvamento Marítimo, Vigilancia Aduanera, el Cuerpo Nacional de Policía e incluso una unidad de la policía autonómica canaria), cuya presencia ha sido más relevante que nunca.
La estrella del desfile fue la Patrulla Acrobática Águila, con sus siete reactores C-101, que han dibujado por dos veces la bandera española en el cielo de Madrid, esta vez con un combustible renovable fabricado a partir de biomasa gracias a un acuerdo con la compañía Repsol. Aunque la novedad fueron los dos nuevos aviones Pilatus, de fabricación suiza, utilizados para instruir a los pilotos en la Academia General del Aire, en San Javier (Murcia).
El desfile del Día de la Fiesta Nacional contó con la presencia de todos los presidentes autonómicos del PSOE y el PP, además de los de Cantabria y de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, pero faltan, como es tradición, los presidentes de Cataluña, Pere Aragonès, y Euskadi, Iñigo Urkulli. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, agitaba al paso de las tripas una bandera de España.
También estuvieron todos los ministros -incluso aquellos de Unidas Podemos e Izquierda Unida, como la titular de Igualdad, Irene Montero; o el de Consumo, Alberto Garzón-, a excepción de las vicepresidentas primera y tercera, Nadia Calviño y Teresa Ribera -que estaban en Washington y Praga, respectivamente-; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, cuyo embarazado está muy avanzado; y el titular de Universidades, Joan Subirats. En la tribuna de representantes se vio hablar por primera vez en público a Feijóo y a Abascal. Entre ellos se sentaron los portavoces del PSOE y del PP en el Congreso de los Diputados, Patxi López y Cuca Gamarra.
El desfile militar del 12 de octubre fue suspendido en 2020 a causa de la pandemia y se celebró, pero reducido a la máxima expresión, en 2021. La recepción ofrecida por los monarcas contó con 2.500 invitados, representantes de instituciones y de entidades de carácter social. El Día de la Fiesta Nacional, en definitiva, volvió a celebrarse en todo su esplendor.