Si hace un mes le dicen a Pablo Casado que su partido ha estado en el punto de mira por un voto y un tropiezo, el presidente del PP no se lo hubiera creído. Un “Sí” cuando en realidad era un “No” a la hora de votar la reforma laboral arruinó los planes de un PP que quería evidenciar la fragilidad del Gobierno al tumbar uno de sus proyectos estrella. Un tropiezo catastrófico, que ha herido de muerte a su líder, ha provocado que el partido en pleno se conjurara contra Casado para pedir su dimisión para acusar, sin pruebas evidentes, de presuntas corruptelas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y de familiares suyos.
Lo que nunca esperó Casado es que muchos de los que hoy están en política gracias a él pidieran su cabeza cuando la situación se hizo completamente insostenible. Solo dos personas estarán a su lado hasta el final: el vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos; y la vicesecretaria de Organización y baronesa de Navarra, Ana Beltrán. Su futuro, como el del propio Casado, puede que esté más fuera que dentro del ambiente político.
“Entiendo la política desde la defensa de los más nobles principios y valores, desde el respeto a los adversarios y la entrega a los compañeros. Todo para servir a España y a la causa de la libertad. Porque ese es el futuro que merecen nuestros hijos y que debemos construir todos juntos”, dijo Casado en su última intervención en el Congreso de los Diputados el pasado miércoles, interpelando al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Pues así será: este martes se reúne la Junta Directiva Nacional para convocar un Congreso Extraordinario que acabe con cuatro años de presidencia de Pablo Casado como presidente de Génova 13. Solo habrá dos puntos del día: la intervención del presidente del PP, a puerta cerrada, y la convocatoria del cónclave.
A partir de ahí, la maquinaria comenzará a andar para que aquel que quiera presente sus avales para presidir el PP. Solo se espera una candidatura, la llamada de “unidad”: la de Alberto Núñez Feijóo, apoyada por todos los barones autonómicos e incluso del presidente saliente.
Pasadas las 01.30 horas, el PP emitió un comunicado en el que se anunció que la hasta ahora portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, será la coordinadora general del PP hasta el congreso y que el eurodiputado Esteban González Pons sea el presidente del comité organizador. De esta manera, se producirá una salida ordenada de Casado como presidente del PP en favor, previsiblemente, de Alberto Núñez Feijóo, al que todos los barones solicitaron que se presentara al congreso extraordinario.
Casado ha vivido este miércoles, el 23-F, uno de sus días más aciagos como presidente de Génova 13. A la despedida en el Congreso esa misma mañana se sumó la petición de varios barones de una dimisión inmediata, algo que el propio Feijóo rechazó porque él quiere ser elegido por la militancia. No obstante, el líder de la oposición consiguió convencer a los barones para evitar salir "por la puerta de atrás".
El presidente del PP dejó hablar en primer lugar a los barones territoriales y luego intervino él. Casado defendió su postura, asegurando que actuaba de buena fe al iniciar su guerra contra Isabel Díaz Ayuso. “Me habré podido equivocar, pero no he hecho nada malo”, dijo el líder, según un barón. “Pensad en mis hijos y en mi mujer”, pidió. “Os pido que no hagáis más sangre de la necesaria”. Casado aseguró también que no intentaría nada que perjudicase la candidatura del ahora presidente de Galicia: “Fiaos de mí, no os preocupéis. Si yo soy el primero que apoyo a Alberto”. Parece que gran parte de los militantes comparte, esta vez sí, la postura de su presidente, un presidente que revolucionó a la militancia y acabó vendiendo su sillón de la séptima planta de Génova 13.