El expresidente del Gobierno José María Aznar volvió a apadrinar al presidente del PP, Pablo Casado, antes del fin de semana que marcará un antes y un después en el partido, ya que se relanzará la estrategia de los populares de cara a las elecciones generales. Si se mantuviera el plan del Gobierno, la legislatura se agotaría y no habría un adelanto electoral, pero en Génova 13 ya están calentando motores ante lo que puede ser un escenario de elecciones incierto. El sucesor de Felipe González al frente del Palacio de La Moncloa mostró su confianza en Pablo Casado como nuevo líder del Ejecutivo porque "vas a ser presidente de España", le repitió en varias ocasiones a Casado en la mesa "La fortaleza de las instituciones" de la Convención Nacional del PP.
Aznar recordó cuando el ahora líder de la oposición pertenecía a su gabinete de comunicación. "Como espero que seas presidente del Gobierno, te cuento: el otro día me recordaba una persona que cuando trabajabas conmigo, al despedirse de mí, tú estabas al fondo del pasillo, y yo le dije: 'Ese que está al fondo será presidente del PP y presidente del Gobierno", compartió.
El expresidente abordó la crisis económica que puede avecinarse y pidió al PP "la ambición reformista como clave". "No solo se trata de acertar con el diagnóstico, sino llevar a cabo unas reformas muy claras: ambición, una voluntad y una política de ejercer el liderazgo y explicar las cosas con claridad”, subrayó.
"No voy a pedir perdón"
El expresidente conservador se negó a "engrosar las filas de los que piden perdón. Lo diga quien lo diga”. Aznar subrayó que defiende y defenderá a España y que no pedirá perdón ni por su historia ni por sus claroscuros. “Yo estoy dispuesto a sentirme muy orgulloso, pero no voy a pedir perdón. España se está latinoamericanizando", aseguró. Además, denunció al "nuevo indigenismo" que equiparó con el "comunismo", un movimiento que lo único que genera es "ir en contra de España".
Por ello, Aznar señaló que "las batallas que no se dan son las que se pierden" y advirtió de lo peligroso que es que haya "políticos marionetas al servicio de la dictadura de tiranías culturales". Esta es la razón por la cual Aznar advirtió a Casado que tendrá que afrontar dos reformas clave cuando llegue al Gobierno: una laboral y otra fiscal. El expresidente puso el foco sobre las pensiones, "un sistema que no funciona" ya que "no se puede pagar".
Además, Aznar planteó la cuestión territorial como otro problema a abordar. Sin embargo, quiso dejar clara su postura: “España es una nación, no siete, ni cuatro, ni tres, una. Una nación plural, constitutivamente plural, pero una. Ni es un Estado plurinacional, ni multinivel, ni la madre que los parió”.
Renovación de las instituciones
Casado planteó también la necesaria renovación de órganos constitucionales como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y planteó su plan para hacerlo posible: que sean los jueces los que elijan a sus representantes. “No vamos a movernos de la posición que defiende la constitución, que pide Europa. Si Sánchez no deja que parte de los vocales sean quienes elijan a los jueces, cuando lleguemos al Gobierno reformaremos esa ley”.