Una unidad canina formada por dos perros especializados en la detección de restos biológicos, llamados Junco y Bill, rastrean nuevamente la finca propiedad de Tomás Antonio Gimeno, padre de las dos niñas desaparecidas en Tenerife desde el 27 de abril, Anna y Olivia de 1 y 6 años.
Los dos canes, integrantes de la unidad, que forman 5 perros y perras están encargados de buscar restos biológicos o óseos; ya participaron de otras búsquedas de personas desaparecidas como el caso de Marta Calvo, son un perro de aguas y un pastor belga, que han vuelto a la casa del padre de las pequeñas en el que es ya el quinto registro de la propiedad y donde fueron vistos los tres por última vez.
Esta búsqueda está centrada en posibles rastros biológicos, ya sea de cadáveres, piel, sangre o de saliva en el caso de que hubiese dormido a las menores con somníferos.
Junco de raza perro de Aguas en agosto cumplirá 2 años de edad y Bill pastor Belga de 3 años de edad forman parte de la élite cinológica de la Guardia Civil y se incorporaron este pasado lunes con sus dos guías al dispositivo humano que se encontraba en la isla para reforzar el equipo, conjuntamente al tecnológico que busca a las menores por tierra, mar y aire.
Tal y como han asegurado los equipos de investigación, que han retomado hoy en el día número 20 de operativo la búsqueda de las niñas, en la finca hay un gran desorden pero no se observa ningún posible movimiento de tierra que pudiese apuntar al enterramiento u ocultación de posibles pruebas.
El rastreo de la vivienda y de la finca de Tomás Antonio Gimeno, situada en Igueste de Candelaria, no ha hallado hasta el momento ningún vestigio de relevancia para reconstruir los pasos del padre y sus dos hijas, que ya el juzgado instructor analiza como un presunto delito de secuestro y sobre el que pesa una orden de búsqueda internacional.
Estos perros también rastrearán el coche de Tomás Antonio Gimeno y su embarcación, en la que zarpó pasada la madrugada del día 17 de abril y última vez que fue visto, solo sin las niñas.
Rastreo del fondo marino
La Guardia Civil ha solicitado poder incorporar un barco con sónar y un robot para las labores de búsqueda en el mar, cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.
El rastreo del fondo del mar es complejo debido a que la zona que se investiga, en la que fue localizada la embarcación de Tomás Antonio Gimeno vacía y a la deriva, tiene más de 400 metros de profundidad.
La unidad canina especializada en restos óseos comenzó en el año 2.008, a partir desde este año se adiestran canes en la búsqueda, localización y recuperación de cadáveres, restos humanos y fluidos biológicos. Este grupo conformado por 5 perros de razas como Pastor Belga, perro de Aguas entre las razas caninas existentes participa mayoritariamente en la desaparición de personas exitosamente sin que nada impida realizar su gran trabajo sin importar el clima o el terreno.