Hoy, 12 de mayo se celebra el Día Internacional de la Enfermería en conmemoración del nacimiento de Florence Nightingale, considerada la madre de los cuidados enfermeros.
Para 2021 el lema elegido: Una voz para liderar. Una visión de futuro para la atención de salud. Con dicho lema se trata de ver cómo la enfermería mirará hacia el futuro y encontrará nuevas formas de actuar, transformando la atención médica en todo el mundo.
En este aniversario, especial por causas pandémicas, hay que poner en valor el esfuerzo y dedicación de todo el personal de enfermería. Así como su labor inconmensurable durante esta época de coronavirus. Sin su trabajo y esfuerzo hubiese sido difícil salir adelante entre tanta oscuridad.
El papel de la enfermería ha sido y es prestar cuidados, base del desempeño de su trabajo. Cuidar al paciente en todas sus esferas. Aún más en este tiempo, donde ha sido imprescindible el cuidado emocional de las personas ingresadas por Covid19, aisladas de sus seres queridos. De ese modo, si cabe, ha adquirido mayor relevancia la humanización de la dedicación y cuidados; donde los profesionales sanitarios han paliado día a día la soledad de los pacientes ingresados en centros hospitalarios.
Hay que decir que la enfermería es una labor vocacional. Que quienes eligen dedicar su vida a cuidar y ayudar a las personas en su salud cumplen una gran función en nuestra sociedad. No solo se dedican a atender la parte física de los pacientes, también les aportan un gran apoyo psicológico en muchas ocasiones.
Florence Nightingale precursora de la profesión de enfermería
La primera enfermera a la que se rindió homenaje y fue precursora de esta profesión en la era moderna fue Florence Nightingale. Ella estableció el primer modelo conceptual de enfermería siendo pionera en muchos ámbitos: la primera mujer en ser admitida en diferentes asociaciones británicas y en recibir la Orden de Mérito del Reino Unido, creadora de una escuela de enfermería e inspiración para el fundador de la Cruz Roja, Henri Dunant.
A Nightingale se la conoce también como «la dama del candil». Recibió este apodo porque durante la guerra de Crimea hacía rondas cada noche con un candil para atender en todo momento a los enfermos que lo necesitaran.
Entre 1853 y 1856 tuvo lugar la llamada guerra de Crimea Durante el conflicto muchos soldados fueron heridos y murieron porque no había nadie para tratarles. En ese momento, una enfermera llamada Florence Nightingale se ofreció como voluntaria para ir al campo de batalla a cuidad de los soldados heridos y salvar vidas. Se estableció en el Hospital Barrack, Scutari, y desde allí reformó los servicios de atención médica y de enfermería.
Florence se hizo muy conocida por su extraordinaria labor humanitaria y su cruzada por el avance de las medidas de salud pública en todo el mundo, incluso se la llamó la diosa linterna. Una vez finalizado el conflicto, en 1860, Florence creó una escuela de enfermería, que alcanzó gran fama y dio muchas enfermeras al mundo. Dos años después de su muerte, en 1912, el Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) estableció el 12 de mayo (día de nacimiento de Florence) como Día Internacional de la Enfermería.