Enfermos sin derechos*
El Instituto Nacional de la Seguridad Social está dejando en la estacada a miles de personas con incapacidades, días antes de que se cumplan las prórrogas de incapacidad temporal, aunque estas personas no hayan mejorado su estado de salud para evitar las incapacidades permanentes, obligando a los afectados a poner Reclamaciones previas a la vía judicial, que no suelen prosperar, y, por ultimo a acudir a la Justicia para tratar de conseguir lo que por derecho les pertenece. El modo de proceder en los últimos años está siendo este y juegan con la ventaja de que muchos afectados y afectadas no se pueden permitir los servicios de un abogado. Se estima, según fuentes jurídicas consultadas, que casi dos tercios no reclaman judicialmente por su derecho a una incapacidad ni tampoco por el alta médica que se produce semanas o días antes de agotar el plazo que los obligaría, en caso de persistir las patologías y enfermedades que dieron lugar a la incapacidad temporal, a dar la incapacidad permanente.
Las cosas no quedan ahí son muchos los casos de afectados que acuden a sus respectivos médicos de cabecera, obtienen una baja médica por parte del facultativo del SAS -por depresión u otros motivos médicos no relacionados con sus anteriores patologías o consecuencias de éstas- que ven cómo el INSS se las anula sin mediar Comunicacion alguna con el enfermo, con las consecuencias que ello conlleva, llegando en algunos casos a despidos por no acudir al puesto de trabajo. En otros casos, los afectados son avisados por las empresas y, si aquellos no han agotado sus vacaciones, suelen quemarlas en el periodo de tiempo que puedan para no tener que incorporarse a su puesto de trabajo. Pero una vez agotado, estos trabajadores enfermos -que necesitan ingresos para subsistir- acaban regresando al trabajo, con las correspondientes consecuencias negativas para su estado de salud.
La sospecha de que detrás de la actuación del INSS lo que hay no son criterios médicos está sobre las cabezas de los afectados, porque es una historia que se repite en miles de casos y son muchos los abogados que instan a denunciar las altas ante la justicia, porque los jueces parecen ser más sensibles que los médicos del INSS ante situaciones como las que se están produciendo.
El proceso es siempre el mismo, como si de un protocolo se tratara: citan al paciente, un médico le hace apenas dos preguntas y semanas después llega al domicilio la notificación de alta.
Los abogados recomiendan continuar con el procedimiento, ya que la única esperanza es que un juez o una jueza se apiade del enfermo.
La pregunta es obvia: ¿están primando otros criterios, que no son los estrictamente sanitarios, en el modo de proceder del INSS?
*Si conoces algún caso o te ves identificado con la situación escríbeme un correo a ruidoarguelles@gmail.com