El PP está dispuesto a mantener el bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pablo Casado no accederá a permitir un nuevo gobierno de los jueces si no ve gestos por parte del PSOE y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Después de varios acercamientos importantes entre los dos principales partidos para renovar órganos constitucionales, algo que hasta la semana pasada se daba por hecho tras el acuerdo en la renovación del Consejo de Administración de RTVE-, los puentes volaron por los aires el pasado jueves tras las pretensiones de Unidas Podemos sobre su cota de participación en el reparto de los jueces del Poder Judicial.
Fuentes de Génova 13 aseguran que el único objetivo que tienen PSOE y Unidas Podemos con esta negociación es reforzar la coalición. La voz popular encargada de la negociación, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, dio por hecho la semana pasada que el PSOE había accedido a que Unidas Podemos no participara en el reparto del CGPJ. El "número dos" del PP aseguró que Pablo Iglesias no podía sentar "a personas afines" en el órgano de gobierno de los jueces. Minutos después fue el propio Gobierno quien desmintió dichas afirmaciones y aseguró que no se podrían aceptar ninguno de los vetos puestos hasta el momento para que las negociaciones llegaran a buen puerto. Una semana después, los ciudadanos pueden evaluar en qué ha quedado todo, al menos por el momento.
El PP mostró su rechazo por escrito a los dos nombres que Unidas Podemos había propuesto: la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género y exdiputada del partido morado; y el juez José Ricardo de Prada, uno de los principales artífices de la condena a Génova 13 por el "caso Gürtel". Esta postura parece que no variará en las próximas semanas a no ser que el PSOE mueva ficha en favor del segundo partido más votado de España. Es decir: tendría que vivirse un movimiento por el cual se arrinconara a Pablo Iglesias y a su equipo.
Desde el Gobierno confían en que el PP module su postura con el paso de los días. Aseguran que Pablo Casado se avendrá a negociar y no se plantea desde el Consejo de Ministros reactivar la proposición de ley que le permitiría renovar el CGPJ sin los votos del PP, una propuesta de la que el propio Sánchez "paralizó el reloj" en la moción de censura presentada por Vox para tender la mano al PP y alcanzar un acuerdo sobre el nuevo gobierno de los jueces.
Mientras tanto, Vox mete el acelerador. Tras sorpassar al PP y Ciudadanos en Cataluña y ensalzarse como el líder de la derecha nacional en el Parlament, el partido de Santiago Abascal lanzó un órdago al gobierno andaluz, presidido por Juan Manuel Moreno Bonilla (PP): no apoyará más iniciativas del ejecutivo bipartito con Ciudadanos hasta que no se implante el pin parental en la autonomía. Lo que está cada vez más claro es que el PP necesita plantear una estrategia fuerte y clara para volver a aunar el voto de centro-derecha. Solo así tendrá alguna posibilidad de volver al Palacio de La Moncloa.