El PP se ha revuelto contra sí mismo y contra la dirección nacional. La todavía sede del partido, en la calle Génova 13 de Madrid, no dejó de recibir este miércoles llamadas del ayer y del hoy del partido quejándose de las últimas decisiones de la dirección nacional del partido. La caja de Pandora se ha abierto en el seno de los populares y el nerviosismo se ha extendido en toda la formación ante el anuncio de que el partido conservador tendrá una nueva sede dentro de unos meses, abandonando Génova 13,
El hecho de que la última reunión del Comité Ejecutivo Nacional se celebrara telemáticamente a causa de la pandemia ha impedido que los barones autonómicos y el resto de miembros que comentaran extendidamente lo que opinan sobre la decisión de su presidente. Casado solo había consultado su decisión de abandonar Génova 13 con el secretario general de la formación y "número dos" del PP, Teodoro García Egea, y que solo sabía una baronesa, la de la Comunidad de Madrid. La presidenta de la región, Isabel Díaz Ayuso, es amiga personal del líder de la oposición y tiene la sede del PP madrileño en Génova 13 también.
Para muchos barones críticos con Casado, el abandono de Génova 13 ha sido la gota que ha colmado el vaso. Líderes territoriales e incluso miembros del partido con responsabilidades orgánicas se han mostrado muy sorprendidos con la decisión del presidente de los populares. Quizá no ocupen puestos de tan alta responsabilidad, pero es llamativo que forman parte de ese grupo que apoyó a Casado en las primarias frente a la candidatura de Soraya Sáenz de Santamaría en la sucesión de Rajoy.
Fuentes cercanas a la antigua cúpula aseguran que "se ha condenado por corrupción a cientos y miles de personas, cargos públicos y cargos orgánicos, que durante más de 30 años se han dejado la piel por el partido, de una forma honrada”.
Ha habido varios presidentes autonómicos del PP que no han podido evitar su malestar o, al menos, sus discrepancias con las decisiones tomadas por Génova 13. No lo han dicho verbalmente, pero la comunicación no verbal es clara y evidente: no están conformes con la dirección. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, aseguró que son decisiones "de carácter interno y que las posturas en torno a las mismas deben tener el mismo cariz". El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, dijo que "es una decisión del partido y no tengo nada que añadir". Misma frase del presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla: "No tengo nada que añadir".
De esta manera, el presidente del PP pretende que la corrupción no afecte más electoralmente al partido. Casado anunció que no contestarán más preguntas sobre las malas praxis de exmiembros populares, en clara alusión a las novedades que surjan en torno al juicio de los papeles del extesorero del partido Luis Bárcenas. Ahora el debate está en qué hacer con la sede: o alquilarla o venderla.
