Las diferencias entre Castilla y León con el gobierno Central siguen en aumento por el horario del toque de queda. La Comunidad lidera lo que se conoce como la “rebelión autonómica” por la hora de inicio del toque de queda y que está presionando al Gobierno central para que modifique el actual estado de alarma.
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El Tribunal Supremo ha comenzado a deliberar sobre el último enfrentamiento entre el Gobierno y las Comunidades Autónomas por la ampliación del toque de queda, que contradice presuntamente al actual decreto de alarma. Francisco Igea, vicepresidente de Castilla y León, cuyo territorio ha impuesto el toque de queda a partir de las 20 horas, ha defendido que no puede esperar a que el Gobierno Central tome medidas que eviten realmente más muertes. El ministro de Sanidad, por su parte, defiende que las autonomías poseen herramientas “suficientes” para lograr frenar la tercera ola (aunque los números son peores que durante la primera).
Actualmente, los pacientes hospitalizados por Covid en España ya han sobrepasado el pico de la segunda ola: 23.184 personas hospitalizadas (3.287 en UCI) por coronavirus. El máximo durante la segunda ola fue el pasado 9 de noviembre con 21.029 personas hospitalizadas (3.007 en UCI).
Este lunes, el Ministerio de Sanidad notificó un total de 84.287 nuevos contagios desde el pasado viernes -un récord en un fin de semana desde que comenzó la pandemia el pasado mes de marzo-. Además, el número de fallecidos en este período de tiempo ha sido de 455 personas.
Aunque el Gobierno defiende que ya se ha llegado a pico de hospitalizaciones y contagios, los sanitarios niegan que sea así y aseguran que el número de ingresos y fallecimientos seguirá en aumento.
Igea se ha mostrado muy partidario a un confinamiento domiciliario, como están pidiendo los expertos, pero de forma distinta a como se hizo el pasado mes de marzo, con la posibilidad de poder hacer deporte al aire libre o algunas actividades puntuales. Pero el resto de herramientas para frenar la pandemia se han agotado. Los contagios, según el propio Igea, estarían teniendo lugar en “los gimnasios, grandes centros comerciales y domicilios, es donde se concentran estos episodios”. Además se ha mostrado muy convencido de que la propuesta de adelantar el toque de queda llegará al Congreso de los Diputados y el PP y Ciudadanos la apoyarían.
La Junta mantiene que la actual ley les permite modificar el horario de toque de queda, pero la única herramienta que les queda es un confinamiento: “Evitemos en lo posible el contacto social, porque lo siguiente es el confinamiento domiciliario”. Eso sí, la medida será necesaria durante un período superior a quince días.
Igea ha agregado que Castilla y León hace una “interpretación diferente de la que hace el gobierno de la ley”. “Queremos tomar medidas eficaces, que impidan que la gente tenga un contacto social, que no haga cenas, botellones… Es el paso previo a un confinamiento (…) Lo que no podemos hacer es quedarnos impasibles ante una situación en la que sabemos que se producen decenas y decenas y decenas de muertes. No podemos esperar al Gobierno, cada semana perdemos centenares de muertos. Empezamos a ver que los datos de contagios ya no son una pared, pero no es suficiente”.