Tras la reunión mantenida con los altos cargos en Bruselas, el Gobierno de España ha tomado una controvertida decisión sobre los vuelos de Reino Unido: suspende los vuelos desde el país británico, exceptuando para los ciudadanos con nacionalidad española y residentes.
Además, “refuerza” los controles de la frontera terrestre con Gibraltar para que no entre nadie procedente de Reino Unido que no cumpla con la mencionada excepción.
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Pero la polémica está encima de la mesa: el Gobierno toma medidas sobre la nueva cepa del coronavirus que ha surgido en Reino Unido dos días más tarde que el resto de países europeos tomasen medidas (solo en Madrid, y durante el fin de semana, aterrizaron 277 vuelos procedentes de Reino Unido).
Con más de dos días de retraso en comparación con otros países del continente europeo, España ha prohibido que a partir de mañana, martes 22 de diciembre, los vuelos que proceden de Reino Unido, pero sí permitirán volar desde la isla a ciudadanos con nacionalidad española y residentes británicos en España.
Igualmente, se reforzará el control en la frontera con Gibraltar, donde Londres ha comunicado que ya ha contabilizado casos de la nueva mutación del coronavirus, de forma que, pase lo que pase, en un vuelo procedente de un aeropuerto de Reino Unido que llegue al territorio español, solo entrarían en España españoles y/o residentes podrán pasar la frontera española.
Las personas que sí puedan viajar a España tendrán que presentar un PCR negativo, realizado 72 horas antes del vuelo, o un análisis de plasma que descarte el contagio. Los niños con menos de seis años de edad están totalmente exentos de dicha prueba, según las últimas normas que han sido aprobadas para realizar el control en los aeropuertos españoles y que también se aplicarán en el caso de las excepciones a la prohibición de viajar desde un aeropuerto de Reino Unido.
Según fuentes de Moncloa, se ha tomado esta decisión junto con Portugal y tras finalizar la reunión de los embajadores de los distintos Estados miembros de la Unión Europea en Bruselas para llevar a cabo un análisis de las medidas a llevar a cabo tras descubrirse una nueva cepa del coronavirus que se está expandiendo con mucha rapidez y que, según ha comunicado el Gobierno británico este mismo domingo, ya está “fuera de control”.
El comunicado de Moncloa lo deja claro: “El Gobierno ha decidido suspender desde mañana (por este martes) las entradas en territorio español de ciudadanos procedentes del Reino Unido, salvo nacionales españoles o residentes en España”. Una decisión que ha tenido lugar dos días después de que países como Italia, Alemania o Francia hayan cerrado sus territorios a cualquier vuelo procedente de un aeropuerto de Reino Unido.
El Gobierno prefirió esperar y buscar una posición que fuera “concertada” dentro de la Unión Europea a la que otros países europeos, que están en mejor situación, se han adelantado en dos días. Este mismo lunes, Pedro Sánchez, el presidente de España, tuvo una conversación con el primer ministro portugués, António Costa, además de comunicarse los ministros de Sanidad y Asuntos Exteriores de ambos países.
