La biotecnológica Oryzon comunicó ayer, 3 de octubre, que su consejo de administración había decidido trasladar su sede social de la Calle Sant Ferran 74, en Cornellà de Llobregat (Barcelona) a la Carrera de San Jerónimo 15 en Madrid.
Después de que anunciase el traslado de su domicilio social y tras cinco horas de negociación en La Bolsa española sus acciones subían un 22,35%. Los títulos de la empresa biotecnológica se intercambiaban a las 13:58 horas a 2,190 euros por acción y lideraban las subidas del mercado de renta variable español en una sesión a la baja en la mayoría de las plazas del Viejo Continente. Los inversores habían intercambiado en la jornada bursátil de hoy 947.125 títulos de la compañía, por poco más de 2 millones de euros.
Oryzon Genomics llevo acabo ayer por la noche en un escueto comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) pasadas las 21.00 horas, que su consejo de administración había determinado trasladar su sede social de Cornellà de Llobregat (Barcelona) a Madrid.
La compañía, que ha sido una de las firmas líderes en Cataluña en biotecnología, explicó que este cambio se debe a la intención de «optimizar sus operaciones y la relación con sus inversores», aunque su decisión coincide en el tiempo con la celebración del referéndum ilegal del pasado 1 de octubre.
Fundada en el año 2000 por Tamara Maes y Carlos Buesa es una compañía puntera de biofarmacéutica en fase clínica y líder europeo en el desarrollo de terapias basadas en epigenética (sistema de regulación que controla la expresión de los genes sin afectar su composición). Cuenta con una capitalización bursátil de 63,8 millones de euros y cotiza en el mercado continuo.
No podemos olvidar que Oryzon estaba sufriendo un fuerte castigo en Bolsa durante los últimos meses. A la ituación de incertidumbre por el futuro de Cataluña, que en los últimos días ha castigado la cotización de entidades financieras como Caixabank y Sabadell, se sumó el anuncio el pasado mes de julio la decisión de Roche de no continuar con el desarrollo clínico de ORY-1001, un inhibidor selectivo que estaba investigando para el tratamiento de los cánceres hematológicos y determinados tumores. En los últimos tres meses su valor bursátil se ha desplomado cerca de un 27% hasta los 1,79 euros.