La desesperación y el miedo habita en las familias de los seres que quieren a Sandra Capitán Capitán, de 26 años, y Lucía Begines, de 6. Nada saben de ellas desde el sábado, 17 de septiembre, cuando alguien las sacó de casa con algún engaño y abandonaron su hogar de Sevilla con la comida en los fogones.
La puerta de entrada al piso no está forzada, falta el bolso de Sandra, pero su coche y el de quien ha sido su pareja en los últimos tiempos, El Turco, están aparcados donde los han dejado antes de su desaparición.
Ella, una joven madre muy unida a su familia, está embarazada de más de tres meses; su hija, la pequeña Lucía lleva una escayola en un brazo, cuya evolución han de controlar los médicos. No se han presentado a la revisión que tenían concertada hace días.
Desasosiego
En las primeras horas de desasosiego, la madre y abuela, Josefa Raquel Capitán, tras denunciar su ausencia, pide que se libere a las dos secuestradas, sobre todo, a Lucía, en situación extremadamente vulnerable. Pide, clama, llora, suplica… Toda la familia unida como una piña, ruega que vuelvan a casa, que sus vidas regresen a esa normalidad cotidiana de la que disfrutaban, ahora quebrantada sin conocimiento de causa.
Hoy, cuando se cumplen 15 días de silencio, de ausencia, de desgarro, la petición es la misma: que vuelvan sanas y salvas. Sin embargo, los investigadores saben que en estos casos el tiempo juega en contra; 15 días son muchos días sin saber de Sandra Capitán y su hija Lucía Begines.
Pesquisas
Con la confianza puesta en los agentes que llevan a cabo las pesquisas y, como es habitual, que mantienen todas las líneas de investigación abiertas, incluso en el ámbito internacional, a quienes soportan el secreto de sumario, solo les queda esperar que este suceso se resuelva favorablemente para las víctimas y que pronto estén en casa.
En las desapariciones las hipótesis son múltiples y el trabajo toma varios caminos. Descartado el robo como móvil y la desaparición voluntaria, es muy posible que madre e hija dejaran su casa; Sandra pudo coger su bolso, bajo el engaño de alguien, al menos, conocido de El Turco, que en un principio les invitara a seguirle.
Una vez fuera del piso, ellas entran en un coche y acompañan a, quizás, dos individuos y, a partir de ahí, en el caso de que sucedieran así las cosas, los agentes saben si alguien, en un barrio tan concurrido, ha visto con quién subieron las víctimas y en qué vehículo se las llevaron.
Tiempo
Desde las 14:00h del 17, hasta que se inicia la investigación policial, transcurre el tiempo suficiente para que los captores crucen media Europa, con solo portar el DNI; no es probable que Sandra portara otros documentos, com el libro de familia o el pasaporte, si es que lo tiene conjunto con su hija, aunque todo podría ser, por raro que parezca.
Sandra no tiene nada que ocultar, ni cuentas pendientes con la Justicia, por lo que si se sigue el hilo de que está fuera de España, para presuntamente ponerse a salvo de algún enemigo de su pareja, no hay motivo que impida que ella haga 1 llamada a sus padres, para decirles que están bien. Por el momento, no ha trascendido que esto haya pasado.