El Caso Alcàsser vuelve a los medios de comunicación: la prueba de ADN ha confirmado que los huesos encontrados en el año 2019, en la fosa de La Romana, pertenecen a Miriam, una de las adolescentes de Alcásser. 28 años después del hallazgo de los tres cuerpos de las adolescentes de la localidad de Alcásser esta información deja de pie a los reporteros: unos huesos hallados en el mes de junio del año 2019, en la fosa de la partida de La Romana, poco después del estreno de la serie sobre el caso, pertenecen a una de las menores brutalmente torturadas y asesinadas.
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Justo hace un año de aquel descubrimiento: un joven seguidor de la serie halló cuatro huesos en la mencionada zona y un análisis de ADN ha confirmado lo que se sospechaba: son de una de las niñas de Alcàsser, tal y como indica un informe que ya ha sido trasladado al Juzgado de Instrucción nº6 de Alzira, en Valencia, que se encargó de investigar los hechos. Igualmente, el informe ha sido trasladado a la familia de la joven.
Sorprendentemente, estos huesos no fueron hallazgos el día del levantamiento de los tres cadáveres el día 27 de enero del año 1993 (ni recogidos por el equipo encargado del caso), tal y como ha publicado el medio Las Provincias, que ha apuntado que el hallazgo de esta importante prueba tuvo lugar cuando un vecino de la localidad de Piles, seguidor de la serie de televisión que se había emitido hacia poco tiempo sobre el caso, acudió a la zona junto a su novia, al paraje de La Romana, con la idea de conocer el lugar y dejar un ramo de flores en el lugar donde acabaron con la vida de las tres adolescentes: Miriam, Toñi y Desirée.
Por estos horribles crímenes solo fue condenado a prisión Miguel Ricart a una pena de 21 años por el secuestro, violación y asesinato de las tres adolescentes, de 14 y 15 años, que desaparecieron en el mes de noviembre del año 1992 y cuyos cuerpos fueron hallados tres meses más tarde. A Ricart se le condenó a un total de 170 años pero salió en libertad en el 2013 tras desactivarse la controvertida “doctrina Parot”. Ricart, conocido como “El Rubio”, fue la única persona que fue condenada. El otro acusado, Antonio Anglés, logró huir y figura en paradero desconocido todavía hoy.
El juzgado de Alzia que se encargó del caso emitió ese mes de febrero una comisión rogatoria internacional para tomar declaración a toda la tripulación y al capitán del “City of Plymouth”, el barco en el que, en el año 1993, Antonio Anglés logró huir a Irlanda como polizón, pero logró escapar antes de que alguien pudiera identificarle.
El juzgado solicitó esta diligencia tras recibir un informe de la Policía española por las declaraciones de la tripulación del susodicho barco en un programa e televisión, en el que constaba la necesidad de volver a interrogar a todos los marineros por la huida del polizón.
Al seguir activa la orden de búsqueda y captura de Anglès, la jueza emitió la orden, por lo que se debía investigar cualquier pista o indicio que pudiera surgir. Reclamó que Escocia y Reino Unido practicaran estas diligencias para llevar a cabo el interrogatorio a todos los testigos de la tripulación.