Desde el sábado, 16, las familias de Sandra Capitán Capitán, de 26 años, embarazada de tres meses; su hija Lucía Begines Capitán, de 6 años, con un brazo escayolado; y de la pareja sentimental de Sandra, Mehmet, apodado El Turco, de 55 años, no se sabe nada.
Madre e hija estaban en el mediodía de ese sábado, en su piso de la avenida de Bellavista, de Sevilla. Se disponen a comer. En los fogones: papas en una freidora y hamburguesa en la sartén. Desde que saltan las alarmas, en la familia Capitán, al no tener noticias de su hija y de su nieta, los padres cursan denuncia.
La investigación se pone en marcha, cuando los indicios señalan a una ausencia del hogar precipitada. Los familiares piensan que puede tratarse de un secuestro y piden que se libere a las dos, con especial urgencia a la niña, que dada su lesión en el brazo, tiene revisiones médicas.
El abogado
Pocas horas después de ponerse en marcha toda la maquinaria de búsqueda policial, con la colaboración de SOSdesaparecidos incluida, aparece en escena César Gómez, que asegura ser abogado, aunque se desconoce si colegiado.
En principio deja entrever que es el letrado defensor de El Turco, del que dice es para él, ‘como un hermano’. Entre vaguedad y vaguedad, de las muchas que ha vertido en los distintos platós, habla de que ha escrito un libro, ‘morcillón’ que cuela siempre que ve ocasión, incluso cuando no la ve. Después dice que él no es el letrado defensor del desaparecido, pero sí muy amigo, condición con la que juega, para ser algo parecido a un portavoz.
Gómez habla de un posible secuestro, de una llamada hecha desde el móvil de El Turco el mismo sábado (parece que desde Sevilla, a la hija mayor (En Turquía) del desaparecido), pero no concreta nada, bajo un halo de secretismo y misterio. También apunta hacia un posible rescate, mientras se empeña en que este caso no está vinculado a los antecedentes de narcotráfico de El Turco y algún familiar, condenados por venta de drogas.
Los focos
Parece que los focos mediáticos han fascinado a González, quien desde hace 10 días aparece en cuantos programas televisivos le llaman, incluso cuando manifiesta estar cansado de hacer tantas apariciones, sin rechazar muchas de ellas. Declaraciones que ensucian una investigación compleja, difícil, arriesgada, por el marco en el que se desarrollan los hechos.
Este abogado ha llegado a insinuar que la familia turca estaba dispuesta a pagar lo que fuera, incluso millones de euros, por el rescate de las víctimas; pero, llega a ‘medio opinar’ que ‘presiente’ un fatal desenlace. Quizás tanto maquillaje en tan poco tiempo le haya producido desconexiones neuronales, y le haga confundir lo que es un caso terrible con su protagonismo de ‘vedette’.
Víctimas
La familia de las víctimas reclama respeto hacia ellas y hacia un trabajo policial, de alcance internacional, riguroso, que tiene el objetivo de localizar con vida a las tres personas, sin que para ello haya necesidad de mancillar su honor. La familia pide alguna pista, explicación y, sobre todo, la recuperación de sus seres queridos.
Los agentes, con más datos sobre el caso de los que han trascendido, no cejan en rastrear pistas y trabajar en hipótesis para esclarecer un horrendo suceso, que tiene muy mala pinta.
Por el momento, hay tres víctimas; decenas de investigadores dentro y fuera del territorio nacional en el caso y muchas dudas que resolver. Hablar para no aportar nada, más allá de hablar para protagonizar en un escenario tan terrible, no parece propio de un abogado.