El rey Felipe VI no asistirá a la entrega de despachos a la nueva promoción de jueces salida de la Escuela Judicial, con sede en Barcelona, el próximo viernes. El monarca fue oficialmente invitado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Palacio de La Zarzuela confirmó su presencia la semana pasada. No obstante, el pasado martes Casa Real excusó la presencia de Don Felipe a este acto, una celebración a la que acude el monarca desde que se convirtiera en jefe de Estado en junio de 2014.
Fuentes cercanas al CGPJ aseguran que lo "normal" es que el Rey esté cada año presente en la entrega de despachos de aquellos que salen de la Escuela Judicial con un documento que les acredita como jueces y que queden investidos por el Rey con la potestad de juzgar y ejecutar lo juzgado.
Todo acto de Felipe VI tiene que contar con el refrendo del Gobierno, según recoge la Constitución. Los viajes, los actos oficiales e incluso los discursos cuentan con el visto bueno del Palacio de La Moncloa. Según informa El Español, habría sido el Ejecutivo quien habría dado indicaciones para que no acudiera el Rey a este acto.
A la ceremonia está previsto que acuda el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo; y la fiscal general del Estado, Dolores Delgado; además de la de los vocales del CGPJ; el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, Jesús María Barrientos, además de otras autoridades de la carrera judicial. Esta promoción está formada por 33 mujeres y 29 hombres que aprobaron la oposición en la convocatoria del año anterior.
Las últimas palabras del Rey
Felipe VI dirigió estas palabras a los nuevos jueces: "Nuestro Poder Judicial cuenta con plena legitimidad y vuestra actuación individual como jueces ha de contribuir a mantenerla y reforzarla. Lo conseguiréis actuando siempre desde la independencia y la imparcialidad, aplicando la ley al caso concreto desde el más estricto rigor técnico, pero también desde la equidad y valorando, de manera concienzuda, las circunstancias específicas de cada asunto sobre el que tengáis que decidir", recalcando que "la trascendencia de esas decisiones conlleva una exigencia de responsabilidad especialmente intensa, así como una actitud ética que debe impregnar todos los aspectos de vuestra actividad. La independencia es condición indispensable para el ejercicio de vuestra función, pero también lo es la honradez, la integridad, la rectitud,… En definitiva, un comportamiento ético que deriva directamente de la gran responsabilidad que asumís".