Según un estudio de Fedea, “Renta personal de los municipios españoles y su distribución”, Madrid se ha convertido en la ciudad más desigual de las nueve con más población de toda España. Esa desigualdad se nota cada vez más entre los distritos del norte y del sur. Así, el politólogo Julio Embid, autor de la obra “Hijos del hormigón. ¿Cómo vivimos en la periferia sur de Madrid?”, publicado en el año 2016, explica estas diferencias socioeconómicas que con el confinamiento están más de actualidad que nunca. Este lunes un número superior a los 850 vecinos serán confinados y, casualmente, pertenecen a las zonas más pobres.
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Julio Embid defiende la idea de que en la zona sur, sobre todo en los distritos de Villaverde, Carabanchel, Latina, Usera y las dos Vallecas, las diferencias a nivel económico y social ha provocado que “el modo de vida” sea completamente diferente en comparación a la forma de vida del centro y norte de la capital.
El politólogo considera que Madrid es una ciudad cuyo modelo es similar al “latinoamericano”, con grandes diferencias que van en aumento entre los barrios del norte y los del sur, muy diferente al “modelo europeo” en el que no existen estas grandes diferencias entre zonas. Y eso se nota, sobre todo, en los servicios públicos que posee cada uno de los barrios (que, casualmente, también son los de mayor densidad de población).
Embid lo tiene claro: “En el sur solo hay tres hospitales públicos para un millón de habitantes: el Gómez Ulla (en Latina), el Infanta Leonor (en Villa de Vallecas) y el 12 de Octubre (en Usera)”. Si se compara con la provincia de Teruel se entiende mucho mejor: “Allí, aunque hay muchísima menos densidad de población, hay 130 habitantes y tienen dos hospitales completos”.
También se ha infravalorado la educación. En la zona sur apenas hay colegios de pago, pero eso no implica que exista una oferta de centros públicos que cubra la demanda. El modelo que se promovió por parte de la Comunidad de Madrid fue: “una concertada donde van mayoritariamente los niños españoles” y “una pública donde van en su mayoría los extranjeros”.
Además, dando un paseo por las calles de los barrios del sur se ven tres tipos de negocio que, según el politólogo son de “la economía de la miseria ajena”: casas de apuestas, tiendas de esoterismo y brujería y casas de empeños. Superando con creces el porcentaje de este tipo de tiendas en otras zonas de la ciudad de Madrid.
Los últimos confinamientos ordenados por Díaz Ayuso han vuelto a poner una serie de problemas que no son nuevos y que afectan a todos los barrios meridionales de la capital. Según los expertos, todo lo que están viviendo en la ciudad de Madrid es consecuencia de las decisiones que se tomaron durante los años 40 y 50 del pasado siglo, cuando las autoridades del Franquismo decidieron que Madrid debía absorber trece municipios que lindaban con la capital (Villaverde, Vallecas, Hortaleza, Vicálvaro, Chamartín de la Rosa, El Pardo, Fuencarral, Carabanchel Alto, Carabanchel Bajo, Aravaca, Canillejas, Barajas y Canillas). Esto hizo que el término municipal se multiplicase por, nada más y nada menos, que nueve.