El presidente de Cataluña, Quim Torra, aprovechó el tradicional discurso institucional previo a la Diada para arremeter, una vez más, contra España y su carácter "autoritario y vengativo". El líder autonómico exigió al rey Felipe VI y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que "pidan disculpas en un acto solemne" por el asesinato de Lluís Companys, así como "la persecución de todos los miles de catalanes muertos en el exilio, en los campos nazis de concentración o en las cárceles catalanas".
El tono del discurso no difiere mucho del de los dos últimos años. El independentismo y la ruptura con el Estado pesó más que la situación sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus. En esta línea, Torra pidió a los ciudadanos que "persistan" en la lucha por la independencia en memoria de los políticos presos del procés catalán del 1 de octubre de 2017 y de los "exiliados" a raíz de la fallida declaración de independencia.
El presidente catalán utilizó los hechos ocurridos con Companys como hilo conductor de su discurso. Torra recordó que murió hace 80 años, en los momentos más duros de la represión franquista. El líder independentista que España, al contrario que Alemania o Francia, "asumieron la responsabilidad" de la detención y entrega de Companys y sus posteriores disculpas. "El estado español todavía no lo ha hecho", subrayó Torra.
El líder del Govern pidió "esperanza" a todos los catalanes para "recuperar la libertad" a través de "un combate permanente" que mantiene Cataluña con España. Ese será el espíritu del gobierno catalán, que "persistirá hasta conseguir la plenitud nacional de nuestro país: la independencia".
Torra no mentó siquiera nada sobre el futuro político más inmediato de Cataluña. No hizo alusión alguna a las elecciones autonómicas que se celebrarán en los próximos meses en la Generalitat, unos comicios que ya hace ocho meses aseguró que los convocaría cuando se aprobaran los Presupuestos de Cataluña 2020.
En cuanto a la situación epidemiológica, Torra solo se refirió a ella de refilón, tachándola de "pandemia maldita". En esta línea, el president aseguró que el inicio del nuevo curso escolar debe ser "una historia de éxito" y pidió "un último esfuerzo solidario" a través de "distancia, mascarilla e higiene". "La salud colectiva, la libertad en tiempo de represión, la democracia en tiempos de autoritarismo, la república catalana del compromiso cívico en tiempos de monarquías corruptas… Por la vida y por Catalunya", finalizó.