El Gobierno sufrió este jueves su primera gran derrota parlamentaria después de que el Congreso de los Diputados rechazara el real-decreto aprobado por el Ejecutivo el pasado agosto para que los ayuntamientos puedan usar de superávit del que disponen para usarlo ante las consecuencias del coronavirus. De poco sirvió el gesto de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, propusiera la creación de un fondo perdido de 3 millones de euros de carácter incondicionado al margen del decreto. Por lo tanto, el decreto pactado entre el Ejecutivo y la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) no tendrá más vida parlamentaria ni legislativa.
?? En directo, desde el @Congreso_Es, la ministra de @Haciendagob, @mjmonteroc, defiende el RDL 27/2020, de medidas financieras, de carácter extraordinario y urgente, aplicables a las Entidades Locales.#ImpulsamosElMundoLocal #Plenohttps://t.co/0Pl3GD72l8
— PSOE (@PSOE) September 10, 2020
La ministra defendió el decreto y acusó al PP de "perseguir la confrontación, el frentismo, derribar al Gobierno ante cualquier oportunidad para desgastar al Ejecutivo utilizando a los alcaldes”. Por su parte, el diputado del PP Antonio González Terol arremetió contra Moncloa por ver a su partido “como un adversario en vez de como un necesario colaborador”.
La diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas, tachó a la ministra de "chantajista" y le acusó de "faltar a la verdad y exceso de soberbia". "Deje de manipular", le espetó. El diputado del PDeCAT Ferran Bel invitó a la andaluza a "tragarse el orgullo y sentarse a negociar".
Hoy le he dicho a la ministra que basta ya de querer apropiarse del dinero de los ayuntamientos que tan necesario es ahora para luchar contra la dramática situación social. pic.twitter.com/laQS5ZMl7K
— Ana Oramas (@anioramas) September 10, 2020
El único apoyo que tuvo la ministra fue de su socio de Gobierno, Unidas Podemos. El parlamentario Txema Guijarro aseguró que este decreto "ha tensado las costuras" de la coalición pero defendió que la ministra ha intentado pactar hasta el último minuto frente a los "borbotones de cinismo" del principal partido de la oposición.
La votación contó con 156 votos a favor, 193 en contra y ninguna abstención. En esta ocasión no es que la derecha se opusiera al decreto, sino que los propios socios del Gobierno que permitieron la investidura de Pedro Sánchez el pasado enero votaron en contra con un mismo argumento: falta de negociación por parte de la titular de Hacienda. Ni el PNV, ni ERC, ni JxCAT, ni EH-Bildu, ni el BNG, ni Compromís, ni el PRC, ni Nueva Canaria ni Coalición Canaria apoyaron el texto.
La convalidación o derogación de reales-decretos solo necesitan más "síes" que "noes" pero, al quedarse solo el Gobierno en la votacción, no había nada más que hacer. El rechazo parlamentario a este decreto originó la ovación cerrada de la bancada de la derecha ante un PSOE y Podemos totalmente incorruptibles y sin la presencia de la defensora del decreto, la propia Montero.