Reformar una vivienda no es fácil. Ni siquiera si la reforma es parcial como, por ejemplo, la de una cocina. Un alto porcentaje de personas que han llevado a cabo las reformas de su casa aseguran que, lo que en principio iba a ser algo positivo, se convirtió en una pesadilla. Por ejemplo, Pedro Moreno asegura que “los plazos no fueron los acordados y, si no estabas encima de ellos, se equivocaban constantemente. Lo que iban a ser dos meses, se convirtió en casi cuatro, con imprevistos constantes que encarecieron el presupuesto y causaron varias peleas con mi pareja”.
Y es que, hay diferentes formas de afrontar una reforma en función al presupuesto, tiempo de que se disponga y paciencia. Si tu reforma es de una gran envergadura y no tienes experiencia en estas cuestiones, te recomendamos que acudas a una empresa que coordine y gestione todos los aspectos. Ellos serán los encargados de hablar y buscar profesionales de todos los gremios necesarios y tú sólo tendrás que delegar en un único interlocutor. Ten en cuenta que en una reforma pueden intervenir albañiles, fontaneros, electricistas, pintores, carpinteros, cristaleros, montadores de cocinas… Si no sabes coordinarles y elegir bien a cada profesional, la obra se convertirá en tu peor pesadilla, alargándose en el tiempo y, probablemente, en presupuesto.
Por otro lado, si tienes experiencia en reformas anteriores o tu presupuesto es más ajustado y tienes que buscarte la vida, lo mejor es que te armes de paciencia y, poco a poco, traces una hoja de ruta con los diferentes pasos a dar y lo gestiones todo tú mismo. Al comprar los materiales tú directamente, ahorraras un dinero valioso y, si conoces las nuevas técnicas con materiales como la espuma de poliuretano, puedes llegar a ahorrar mucho tiempo. A continuación, te damos las claves para que tu reforma no se convierta en una pesadilla y todo salga bien, ya elijas hacerla tú mismo o contratar a una empresa de profesionales que te ayuden con todo el proceso.
Las ideas claras
Lo primero que debes conocer es exactamente lo que necesitas o quieres hacer. No es la primera vez que la reforma iba a ser de la cocina y se acaba cambiando toda la instalación de fontanería y electricidad de la casa. Ten en cuenta que, durante la reforma, aparecerán los famosos “pues ya que…”. Tener las ideas claras desde un principio evitará costes añadidos y ahorrará tiempo. Si tienes dudas sobre cómo llevar a cabo alguno de los aspectos de la reforma, lo mejor es consultar con un profesional.
Varios presupuestos
Es recomendable solicitar, al menos, tres presupuestos. Probablemente te sorprenderá las diferencias entre varias empresas. Además, es importante especificar que en el presupuesto estén detalladas las diferentes partidas (albañiles, fontaneros, electricistas, materiales…). Si es posible, en elementos clave como baldosas o puertas y ventanas, que se especifique la calidad o marcas con las que se va a trabajar.
Materiales
Cada día más, son los propietarios de las viviendas los que se encargan de comprar los materiales con el fin de ahorrar todo lo posible. Además, puedes encontrar elementos como herramientas de construcción u hormigoneras que, si las compras, las puedes, o bien tener para un futuro, o revender una vez finalizada la obra.
Fechas de finalización
Ya sea mediante una empresa o coordinando tú a todos los profesionales, es importante que fijes fechas de finalización. Y es importante que lo hagas por escrito. Añade una penalización si el profesional se excede en los tiempos de ejecución. Así, los distintos actores se centrarán en tu reforma (si no lo haces, pueden intercalar cosas menores una vez comenzada la obra) y terminarán a tiempo.
Es habitual dar una entrada que ayude a cubrir los gastos de material y recomendable dejar una cantidad pendiente para el final. La entrada que no supere el 30 por ciento del presupuesto total.
Evita problemas externos
En muchas ocasiones, sobre todo si tienes vecinos o vives en una comunidad, necesitarás un permiso si tu reforma afecta o puede afectar a elementos comunes. Ten todos los documentos en regla y documéntate acerca de las licencias necesarias para realizar tu reforma. No sería la primera vez que un vecino denuncia a otro y paran la obra o tiene que pagar una multa cuantiosa que encarece toda la reforma.
Además, puedes aprovechar para mirar en tu comunidad autónoma si existe algún tipo de ayuda o plan en el que encaje tu proyecto y que te aporte una ayuda tanto directa como indirecta.