El autismo se define como una disfunción neurológica crónica con fuerte base genética. Según estudios epidemiológicos prevalece aproximadamente en 1 caso por cada 100 nacimientos.
No existe una certeza clave que indique la causa de este trastorno. Existen muchos factores para el desarrollo de la misma, como el genético o hereditario, pero también por problemas prenatales o factores no genéticos.
Las principales dificultades a las que se enfrenta una persona con TEA son la socialización, la comunicación y la conducta. Pueden tener problemas para relacionarse con los demás, evitan el contacto visual, dificultad para expresar los sentimientos o comprender los de los demás, repetición de acciones, contrariedades para adaptarse cuando hay cambios en las rutinas diarias, intereses obsesivos, retrasos en las destrezas al hablar y el lenguaje, uso de pocas expresiones faciales o aislamiento a la hora de realizar juegos o actividades en equipo.
No existe una cura para este trastorno, pero la identificación precoz, la intervención de la familia en su desarrollo cuando aún son niños, puede llevar a conseguir grandes mejorías y un mejor pronóstico para su vida adulta.
En España existen 140 entidades que prestan apoyo y ayuda a las personas con TEA y sus familias. Todas ellas, conformadas en la confederación de ámbito estatal llamada Asociación Española de Fundaciones Tutelares, trabajan por y para las familias en la promoción del ejercicio efectivo de sus derechos y fortaleciendo el movimiento asociativo del autismo en España.
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Debido a la cuarentena por la COVID-19 que ha sufrido España en los últimos meses, los niños con TEA y sus familias han pasado por momentos duros que han supuesto el cambio de rutinas y adaptación a una nueva situación que la mayoría no puede llegar a comprender.
Por ello, el pasado mes de agosto, el director general de Autismo España, Jesús García Lorente, junto con la responsable de Derechos y Buenas Prácticas, María Pindado, se reunieron con la portavoz de la Comisión de Derechos Sociales del Congreso de los Diputados, Sonia Guerra y Fuensanta Lima, del Grupo Parlamentario Socialista y María Sanjurjo, asesora del grupo parlamentario, para trasladar al gobierno el impacto que ha supuesto esta crisis en este colectivo de personas. Además de en su tejido asociativo específico y especializado, ya que según un informe de Autismo España, el impacto económico que ha supuesto el Coronavirus en la entidades que trabajan con personas TEA supera los 6,2 millones de euros. Por lo que se pone en grave riesgo la sostenibilidad de los servicios especializados.
En esta reunión también se habló del reto que supone la atención sociosanitaria para las personas con TEA, la lucha contra las pseudoterapias, la importancia de tener protocolos de actuación y tratamiento, y el apoyo y protección del sistema social y sanitario. También se ha tratado el tema de la educación para personas con TEA, pues se necesita que se garantice el éxito académico y una adaptación al sistema educativo. Por ello, se han ofrecido cifras sobre el fracaso escolar que muestran cómo el acoso y la falta de medios afecta a su correcto aprendizaje e integración en la sociedad.
Desde el Grupo Parlamentario Socialista, al término de la reunión, quisieron trasladar su compromiso por las personas con TEA, asegurando la articulación de un sistema de servicios sociales fuerte, formando parte del pilar fundamental que supone el estado de bienestar. Además de comprometerse a devolver la estrategia española de autismo al centro de la agenda política.