Gobierno y ERC se sentarán en la mesa de diálogo entre ejecutivos "cuanto antes". Así lo acordaron el pasado jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, en la reunión que mantuvieron en el Palacio de La Moncloa en la ronda de contactos del presidente en la primera semana del nuevo curso político. Ambos estimaron que la mesa se convocaría "a mediados de septiembre" para desbloquear la relación entre el Ejecutivo y los republicanos que consiga movilizar a los de Oriol Junqueras del "no" a un posible apoyo en los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE).
Esta es la condición "sine qua non" para que ERC se siente a negociar unas líneas presupuestarias "de izquierdas y progresistas": recuperar la mesa de diálogo para abordar el conflicto político en Cataluña, desinflado en los últimos meses debido a la pandemia sanitaria del coronavirus y sus consecuencias sociales y económicas. El portavoz republicano aseguró que el Ejecutivo tiene que cumplir el acuerdo primogénito alcanzado con su partido para asumir otros nuevos. Es decir: sentarse de nuevo en la mesa de diálogo.
"Las sogas al cuello, las líneas rojas, la testosterona en política… Hoy en día está de más. Nosotros lo que hacemos es política y, por ello, creemos que para que nos pidan un segundo acuerdo, primero tienen que cumplir el primero, que es la mesa de diálogo y es un compromiso por escrito", aseguró Rufián en referencia al acuerdo de investidura en el que ERC facilitó la geometría variable del Congreso que permitió a Sánchez revalidar su cargo. Por ello, Rufián deseó que se sienten todas las partes en esa mesa, también JxCAT con la presencia del presidente de Cataluña, Quim Torra. "Si no se sentara, eso sería la antipolítica. No lo contemplamos porque, si eres político, no haces antipolítica", recalcó el republicano.
La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recalcó que La Moncloa tiene presente la mesa de diálogo entre gobiernos porque es "un compromiso de legislatura". También se sumó al deseo de Rufián de que el president esté presente en la mesa porque "nadie se puede oponer al diálogo cuando lo viene reclamando durante tanto tiempo". "No tendría sentido", espetó. Sin embargo, aseguró que el Ejecutivo no cuenta con la información suficiente como para afirmar que el propio Torra quiera convocar la mesa o sentarse en ella.