Poco cambio habrá en el nuevo gobierno que lidere el País Vasco. El PNV y el PSE alcanzaron un acuerdo programático el pasado jueves con el que Iñigo Urkullu se garantiza una mayoría holgada en el Parlamento Vasco que dote a la comunidad autónoma de una estabilidad más que asegurada. Sin embargo, llama la atención que el reparto de puestos del gabinete vasco no se produzca hasta después de la investidura del cabeza de lista del PNV, que se celebrará el 3 de septiembre.
Solo habrá una votación en al investidura porque cuenta con la mayoría absoluta de la cámara. Por lo tanto, se espera que Urkullu tome posesión del puesto el 5 de septiembre ante el árbol de Gernika, como es tradición, y el 8 de septiembre se celebraría el primer consejo de gobierno. Será la tercera legislatura de Urkullu, que gobierna Euskadi desde 2012 cuando pactó con el socialista Patxi López.
El PNV celebrará el próximo lunes 31 de agosto una asamblea nacional -el máximo órgano del partido- para ratificar el acuerdo con el PSE. Los de Idoia Mendia, por su parte, consultarán a sus bases el acuerdo.
Se cumple así la voluntad del lehendakari, que quería una investidura temprana. El peneuvista ve casi reeditado el pacto con el PSE de Idoia Mendia para repetir el gobierno de coalición de la XI legislatura con una clara diferencia: tienen mayoría absoluta, fijada en 38 escaños. El presidente del País Vasco quiere poner en marcha medidas legislativas desde el primer momento que den a su ejecutivo una imagen de fortaleza y unidad. Si se echa la vista atrás, el pasado gobierno en minoría de Urkullu solo pudo sacar adelante ocho medidas y dejó casi una treintena en el congelador. Por delante quedan cuatro años par aalcaanzar todo tipo de acuerdos.
Los resultados electorales
Iñigo Urkullu liderará su segundo gobierno del País Vasco de forma consecutiva. El PNV ganó las elecciones autonómicas del País Vasco con un 39,12% de los votos y 31 escaños por delante de EH-Bildu y su buen resultado del 27,64% de los votos y 22 escaños.
El PSE mejoró ligeramente su representación parlamentaria, con el 13,64% de los votos y 10 escaños, por delante de Podemos y su 8,03% y sus seis escaños. La alianza electoral PP+Cs no cumplió con su objetivo y solo aglutinó el 6,75% de los votos y cinco escaños. La gran sorpresa de la noche fue la irrupción de Vox en la cámara con el 1,96% y un escaño.