Una nueva era parece que empieza en el PP. Desde que el pasado lunes se anunciara el cese de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del partido en el Congreso de los Diputados en favor de Cuca Gamarra parece que el partido de Pablo Casado se vestirá, a partir de 10 días, de un “nuevo partido”, o con una postura que en verdad le pertenecería como principal partido de la oposición y verdadero partido de Estado.
El perfil de la exalcaldesa de Logroño es más acogido en Génova 13. Fiel al discurso del PP, cercana a Casado y con un perfil más cercano al pacto, el presidente del PP llevaba pensando tiempo en dotarle de un puesto más importante a nivel nacional.
Con esta decisión, la moderación gana en el PP. Tras las elecciones autonómicas en Galicia del pasado 12 de julio, donde Alberto Núñez Feijóo arrasó en su cuarta legislatura con mayoría absoluta, de nuevo, era necesario un giro al centro. Casado llevaba semanas barruntando cambios en la Junta Directiva Nacional, una reunión que se celebró el pasado jueves para confirmar el ascenso de la vicepresidenta segunda del Congreso, Ana Pastor, como vicesecretaria de Política Social, mientras que el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se convertirá en el nuevo portavoz nacional del PP. Dos perfiles claramente de centro-derecha con una muy buena crítica y trayectoria.
De Toledo “murió matando”
"Mi cese es perjudicial para el grupo parlamentario, para el PP y para una España fuerte, adulta, moderna y de ciudadanos libres e iguales", subrayó la exportavoz popular. De Toledo dijo que había mantenido una reunión que se dilató durante dos horas en el despacho personal de Casado en Génova 13 en el que intercambiaron ideas y discutieron sobre la posición actual del partido en estos momentos, especialmente delicados, para la política española. Por ejemplo: la diputada por Barcelona se mostró en contra de negociar con el PSOE los Presupuestos Generales del Estado 2021 (PGE) o la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), algo a lo que podría abrirse la directiva nacional de los populares.
Uno de los motivos más acuciantes que esgrimió Casado para arremeter contra la diputada fue el siguiente: "El presidente del PP considera que mi concepción de la libertad es incompatible con su autoridad. Es una visión de su autoridad que yo no comparto". Ante este choque de visiones, De Toledo aseguró lo siguiente: "Casado necesita personas con criterio propio. Lealtad y criterio propio son compatibles, al menos en mi opinión".