El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tuvo que enfrentarse a los abucheos de los vecinos de Matalascañas (Huelva) el pasado sábado 15 de de agosto al salir de una misa funeral.
Sánchez acudió discretamente a la parroquia de San Francisco de Asís. Los vecinos, viendo el revuelo que se estaba formando, decidieron esperar a ver qué pasaba y, cuando el presidente salió de la iglesia, empezaron a gritar "¡Fuera, fuera!". También hubo un grupo que le aplaudió.
La agenda vacacional del líder del Ejecutivo no es pública salvo reuniones o actos de gran calado, pero los vecinos de este municipio onubense se encargaron de señalar el lugar en el que se encontraba el secretario general del PSOE. Sánchez acudía a una misa funeral de una persona cercana a él en un municipio muy cercano a Doñana, el lugar en el que está alargando sus vacaciones gracias a la residencia que tiene el Estado para el presidente del Gobierno de turno.
El líder del Ejecutivo está pasando unos días en el Palacio de Marismillas, en el enclave natural de Doñana, junto a su esposa, Begoña Gómez, y sus dos hijas. Todos ellos se desplazaron hasta Matalascañas para participar en el funeral de José María Pérez Ayala, un trabajador de la residencia conocido en la zona por su defensa del medio ambiente. Era muy querido en la comarca, que apenas dista del palacio unos 40 kilómetros, por ser una persona cercana y modesta.
El Ayuntamiento de Almonte (Huelva) ha pedido "respeto" y "hospitalidad" a los vecinos para con Sánchez. El consistorio se escuda en que las visitas de personalidades nacionales e internacionales "han contribuido al prestigio del Espacio Natural desde hace años, independientemente del color político". "Es la Presidencia del Gobierno de España quien visita Doñana o nuestro municipio", subraya el ayuntamiento, por lo que pide "respeto democrático" para dar "una positiva proyección de la zona".
Varios expresidentes del Gobierno han pasado parte de sus vacaciones en Las Marismillas, como Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Mariano Rajoy no llegó a pasar, en sus cinco veranos como líder del Ejecutivo, parte de sus vacaciones en Doñana.
Anteriormente, Sánchez había pasado unos días en la residencia de La Mareta de Lanzarote. Es una estancia oficial del Estado perteneciente al municipio de Teguise. En 2015 se puso al servicio del país por deseo expreso de su Majestad el rey Felipe VI, cuando pasó a pertenecer a Patrimonio Nacional por intercesión del ministro de Turismo de entonces, José Manuel Soria. El entonces titular del Ministerio aseguró que serviría para alojar a mandatarios extranjeros y sumar a la Marca España.