La guerra está servida en la primera línea del PP. La posible sustitución de la portavoz del partido en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, por voces más moderadas -como la vicesecretaria general de Política Social del partido, Cuca Gamarra- ha abierto un fuego cruzado entre dos pesos pesados para Pablo Casado: la propia Álvarez de Toledo y su "número dos", el secretario general de Génova 13, Teodoro García Egea.
El hombre más cercano al líder ded la oposición sería el más crítico con el papel de Álvarez de Toledo. Sin embargo, el diputado por Murcia habría actuado según los estatutos del Grupo Parlamentario Popular al cesar al asesor parlamentario de la portavoz del PP, Gabriel Elorriaga. Según los escritos, es incomaptible "ser diputado a la vez que director de asesoría o director de gabinete".
El futuro sobre la portavocía del PP se dirimirá antes del inicio del nuevo curso político. Para la portavoz, el intento del partido de ocupar parte del centro político es "un error", con Vox pisándole los talones. Esta postura tan intransigente habría promovido que muchas voces presionaran a la propia dirección para que ponga un perfil más moderado. Personas cercanas a la dirección nacional aseguran que, en el caso de que no se fuera, "le señalarían la puerta de salida".
El PP, en un momento transcendental
El PP comenzará, a partir de septiembre, una nueva ofensiva contra el Gobierno y el presidente, Pedro Sánchez. La monarquía parlamentaria será el nuevo arma arrojadiza del partido principal de la oposición para socavar la acción del Ejecutivo. Fuentes cercanas a la dirección nacional del partido aseguran que el trabajo de Felipe VI es "impecable" y se erigen como máximos defensores de la Constitución de 1978 y, por ende, de la monarquía parlamentaria como modelo de Estado. De esta manera, Pablo Casado y los suyos serán un dique de contención contra el republicanismo y aquellos que enarvolan la bandera del debate entre la Corona y la República. Los de Génova 13 también parten una lanza a favor del exrey. Sobre Don Juan Carlos, le agradecen el trabajo que realizó para traer la democracia a España y ser el líder de la Transición.
En la sede del PP hay cierta tranquilidad porque saben que, a corto y medio plazo, no se podrá producir un debate en torno al papel de la Familia Real. La modificación del Título II de la Carta Magna, por pequeña que sea, requiere de dos tercios de las dos cámaras parlamentarias (Congreso de los Diputados y Senado), una mayoría que pasa por los diputados populares.