Don Juan Carlos ya está instalado en República Dominicana, según diversas fuentes. Según ABC, el rey emérito se trasladó hasta Sanxenxo (Pontevedra) este fin de semana para pasar sus últimos días en España para trasladarse el pasado domingo hasta Oporto (Portugal) y poder coger un avión con el que poder desplazarse al país caribeño. Sin embargo, otras fuentes apuntan a que no es así.
El monarca emérito comparte una estrecha relación con la familia Fanjul, una importante empresa familiar azucarera que tiene relación directa con los Borbones. La abuela del empresario Pepe Fanjul, Edelmira Sampedro, se casó con el Príncipe Alfonso, hijo de Alfonso XIII y, por lo tanto, tío de Don Juan Carlos. Aunque no son familia, se tratan como tal y él mismo habría ofrecido al padre de Felipe VI una de sus numerosas viviendas para que se instale en ella el tiempo que considere necesario. Los Fanjul, por lo tanto, serían los anfitriones de la estancia de Don Juan Carlos.
Esta decisión es temporal y su estancia en República Dominicana no será definitiva. Como reza la carta que envió al Rey, en ningún momento se recoge que Don Juan Carlos vaya a abandonar de manera definitiva España: "Te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España". El despacho de abogados que asesoran al emérito recalcó que el exjefe de Estado está a disposición del Ministerio Fiscal para cualquier nuevo paso que se dé en las investigaciones sobre las presuntas cuentas fraudulentas que Don Juan Carlos tendría en diferentes paraísos fiscales.
Otros posibles destinos
Todas las informaciones apuntan a que el emérito se trasladó el pasado domingo a República Dominicana, pero lo cierto es que se plantean otros destinos. Varios periodistas portugueses han apuntado a que el emérito no habría abandonado la Península Ibérica y se habría instalado en Estoril, donde Juan Carlos pasó su infancia y donde residieron sus padres durante parte del exilio. La reunión mantenida entre Don Felipe y el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, el pasado 21 de julio habría servido, entre otras materias, para mostrar la disposición de Portugal de acoger al emérito. Sendos jefes de Estado mantienen una relación estrecha.
Hace unos años, el propio Juan Carlos pensó en su lugar idílico si tuviera que exiliarse. Ante la sorpresa de muchos, el emérito apuntó a Nueva Zelanda como país preferido porque se practica uno de los deportes que más le gustan: la vela. En la actualidad, el monarca emérito tiene muchos problemas a la hora de practicar deporte por sus problemas de movilidad y Nueva Zelanda sería un destino poco probable por su lejanía a la hora de que Don Juan Carlos tuviera que volver al país.