Explota otra bomba en Casa Real. La Infanta Cristina es ahora una de las protagonistas según desvelan varios medios digitales. Y es que un almuerzo en Zarzuela junto a Juan Carlos I, Doña Sofía y su hermana Elena, la mujer de Urdangarín se ha despachado agusto contra su hermano, el rey Felipe VI, Letizia y Pedro Sánchez. La división es tan patente que apenas existe relación entre los dos bandos y el pegamento de la abuela ya no es tan eficaz.
Los escándalos de Juan Carlos I
Desde que el rey emérito estuviera desde hace unas semanas envuelto en presuntos delitos e hijos secretos, el resquebrajamiento de la familia Real es algo que ya se da por efectivo. Letizia se convirtió desde hace tiempo en la torre de marfil a batir, sin embargo, ha salido vencedora a costa de las polémicas de su familia política. Su video de la bronca con su suegra trajo ríos de tinta e indignó a la sociedad por propiciar la lejanía entre abuela y nietas; sin embargo, los reyes están saliendo indemnes de todas las controversias relacionadas con su familia.
Cuando la asturiana llegó a Zarzuela se habló mucho de la buena relación de Iñaki y Cristina con la periodista de TVE. Algo que se evidenció en una tv movie emitida por Telecinco. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. En cuanto se destapó el caso Noos, diversos biógrafos afirmaron que jamás existió ese cacareado buen rollo propiciado por la cercanía en edad. La sobreprotección de la reina Letizia con sus hijas tampoco gustó pero lo que está claro es que la ganadora en el drama familiar es la enemiga de Jaime Peñafiel.
Almuerzo conspironaico de la Infanta Cristina contra el Gobierno y su hermano
Según informa elespañol, los asuntos judiciales de Iñaki Urdangarín propiciarion que Letizia fuera la impulsora del traslado de su cuñada a Ginebra. Esto fue algo que le supo a cuerno quemado a Juan Carlos I y desde entonces, tras ser defenestrada solo han contado con el apoyo público de la reina Sofía, la gran sufridora. Ahora es el momento de la venganza, pero la cosa no es tan fácil. Con un país mayoritariamente en contra, las críticas veladas son espadas de Damocles contra la propia monarquía y desde el extranjero no están recibiendo ningún apoyo.
La tensión existente se comprobó en el sepelio celebrado por la Infanta Pilar, donde apenas existió interacción entre Letizia y sus cuñadas. Los escándalos de los más jovenes como Froilan, Victoria Fedérica y la sobrinísima Carla Vigo tampoco ayudan. Aunque a diferencia de los nietos de Juan Carlos, esta última cuenta con un gran apoyo entre la sociedad.
El último episodio hace referencia precisamente a una comida que muchos han visto como una conjura contra todos los ataques con varias personas en la diana: Felipe VI, Letizia, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y todo el Gobierno de coalición. Allí, la infanta Cristina habría sido la organizadora de una reunión donde la infanta Elena y sus padres se habrían quejado ante toda la situación vivida en Casa Real cuyos únicos no salpicados son los reyes y sus hijas. Cristina de Borbón se ha convertido ahora en la principal crítica y no duda en definirse como víctima de las circunstancias cuyo origen de todos sus problemas tiene nombre propio: Letizia Ortiz.