La cámara del cajero donde sacaron dinero, el posicionamiento y actividad de los móviles, las notas escritas, un coche empujado a las aguas del pantano de Susqueda (Girona), un kayak a la deriva, y los testimonios de familiares y amigos, son los escasos rastros con los que cuentan los investigadores, para resolver un caso insólito de desaparición de dos personas: Marc Hernández López, de 23 años; y Paula Mas Pruna, de 21. Nada se sabe de ellos, desde hace 15 días.
Al pantano
El 24 de agosto, la pareja llega al pantano de Susqueda, con un Opel Zafira, a nombre del padre de Paula, y el kayak hinchable de Marc. Que se sepa, con anterioridad, han parado en Cellera de Ter, y han sacado 40 euros del cajero automático de la sucursal de la Caixa.
De ahí, Paula conduce hasta el bar La Parada, en el Pasteral. Entran, compran unas bebidas y preguntan cómo se llega al pantano de Susqueda, información que la responsable del bar, Simona, en ese momento les ofrece, tal y como ha declarado públicamente. Les indica cómo ir: hay una distancia de unos 9 km, a lo largo de un camino de difícil acceso.
Sin señal
Según informa ‘La Vanguardia’, aproximadamente, desde el momento en que salen del bar, se pierde la señal de los dos móviles de la pareja. Es la tarde del 24 de agosto. Desde esa tarde no se les vuelve a ver ni a saber de su paradero. Ahora hay que dar con la respuesta a dos preguntas: les han hecho desaparecer? o se han hecho desaparecer?
Ninguna de las dos hipótesis tiene un móvil razonable.
Cronología
Jueves, 24 de agosto: la última vez, que se haya podido constatar, que la pareja es vista, en el bar La Parada (Pasteral).
Sábado, 26: las familias denuncias la desaparición de Marc y Paula. Esa misma tarde, tres chavales, que deciden bañarse en el pantano, encuentran, cerca del embarcadero del pantano de Susqueda, un kayak semi hundido (en forma de ‘V’). El centro de la embarcación ‘tira’ hacia el fondo del agua, mientras que la proa y la popa asoman en la superficie. Cuando tratan de sacar la nave hacia tierra, ven que en el interior hay 3 o 4 piedras grandes.
Domingo, 27: uno de los chavales que ha encontrado el kayak ve las noticias y contacta con los Mossos. Se dirigen al lugar y allí están los restos de la embarcación, que ha sido pinchada o rajada, con la intención clara de hundirla.
La búsqueda, que estaba en sus primeros momentos, se intensifica en un área de unos 10 km, en torno a la zona dónde se cree que llegó la pareja. Se localiza, ya casi entrada la noche, el Opel Zafira de Paula, sumergido, a varios metros de la orilla y a unos 7 metros de profundidad.
Lunes, 28: tareas de rescate del coche. Los equipos multidisciplinares lograr poner en tierra el vehículo, parece ser que cerrado con llave, con algunos cristales rotos, con un gran piedra en su interior, presumiblemente cerca de los pedales. El coche ha sido intencionadamente empujado al agua. Dentro se encuentran los enseres de la supuesta acampada que Marc y Paula han programado. Además hay unas hojas con escritos de Paula, sus documentaciones, 20 euros y el cambio de los otros 20, tras pagar las bebidas. Los móviles no están.
La búsqueda se intensifica, con decenas de bomberos, submarinistas, perros rastreadores, voluntarios, agentes… El dispositivo se despliega hasta el 2 de septiembre. No hay nada. Ahora se trabaja en tierra.
Un plan elaborado?
La puesta en escena, que se conoce, obedece a un plan elaborado con un fin: dejar el menor rastro posible. No es fácil empujar un coche, con cierta carga, para que se hunda los más lejos y profundo que se pueda. Si el coche estaba cerrado, no estaba en marcha: empujado. 1 ó 2 personas; toma fuerza que lo hicieran, al menos, 2.
Quien o quienes quisieron hundir el kayak, tienen que llevarlo al agua, cargarlo con piedras y empujarlo hasta que la zona tenga la suficiente profundidad, para que las piedras no lo encallen en los primeros metros. Lo pincha o lo raja, antes de botarlo? o hay alguien en la embarcación que navega en el, hacia el interior del pantano? Hasta tener cierta seguridad de que se va a ir a un fondo profundo.
Los móviles de Marc y Paula pierden la señal a la vez: mismo lugar, misma hora.
La normalidad anormal
Desde la planificación del viaje, su salida y despedida de amigos y familiares, sus paradas para coger dinero y agua, y el uso de los móviles, todo aparenta absoluta normalidad. Entonces, qué ocurre en la tarde del jueves 24?
Si los chavales conocían en lugar, por qué preguntan en el bar cómo llegar? Qué referencias tienen de la zona, por qué el pantano de Susqueda?, por que ir a navegar en kayak a una zona del embalse de tan escabroso acceso?
Desaparecerse sin dinero, teléfono, documentación… sin nada; bueno, cuando se quiere desaparecer, se planifica borrar cualquier rastro; en sí mismo, ese es el concepto de desaparecer.
Qué lleva a dos jóvenes a planificar esta puesta en escena?, qué se descontroló la tarde del 24? Lo tenían planificado?, surgió una discusión entre ellos? Todo discurre con aparente normalidad, hasta que se instala la anormalidad.
72 horas
La búsqueda de Marc y Paula arranca el domingo, 27, cuando han transcurrido 72 horas, que es la franja caliente de toda investigación. Es tiempo suficiente, para cualquier maniobra.
Los investigadores parece que, en los últimos días, centran las pesquisas en terceras personas, posiblemente en un acto violento hacia la pareja. Se habla de furtivos, de inmigrantes irregulares, de que alguien escuchó disparos. Y la historia vuelve a empezar con un nuevo elemento: el móvil no es el robo.
Secreto de sumario
Con una investigación que mantiene el férreo secreto del sumario y con unos indicios confusos, difíciles de interpretar, la incertidumbre se ha estancado en uno de los casos de desaparición más insólitos de los últimos años.
Es evidente que los agentes tienen más información y que las líneas de investigación siguen hilos en distintas direcciones. Todos seguimos a la espera de conocer avances en la resolución de este suceso.