Pablo Iglesias e Irene Montero fueron víctimas el pasado fin de semana de manifestaciones a las puertas de su chalet de Galapagar, donde ambos residen junto a sus tres hijos. El vicepresidente del Gobierno y la Ministra de Igualdad tuvieron que soportar un grupo amplio de personas con cacerolas, ollas, sartenes y banderas de España manifestándose en las puertas de su domicilio en contra de la gestión del Gobierno en la crisis por el COVID-19.
¿Os acordáis como hace dos meses Pablo Iglesias pedía una cacerolada contra el rey mientras en España morían centenares de personas, muchas en las residencias de las que él era responsable? Le ha salido el tiro por la culata.
A las puertas de su casoplón ?????? pic.twitter.com/VXWlvk8f8Y— Baldasare (@Baldasare_) May 17, 2020
Cacerolada de los vecinos de los Ceaucescu de Galapagar.
Pablo Iglesias e Irene Montero, como el resto del Gobierno, deberán responder por los 40 muertos, los cientos de miles de negocios arruinados, y los millones de españoles sin empleo.
Y pagarlo.pic.twitter.com/lrOEe8ISxP— Guaje Salvaje (@GuajeSalvaje) May 16, 2020
Agentes de la Guardia Civil controlaron a los manifestantes, quienes estaban constituidos en su mayoría por vecinos cercanos a la vivienda de Galapagar donde viven los dos políticos. La manifestación duró casi una hora, en la que los ciudadanos pidieron la dimisión del Gobierno y exclamaban: ¡Libertad, libertad!.
Fuentes cercanas a los líderes de Podemos reconocen que no se sienten “nada cómodos” con que decenas de personas “se manifiesten delante de su casa” sobre todo por la presencia de sus tres hijos de corta edad. “Están indignados”, llegan a reconocer fuentes de la formación morada.